Rescatan el coche hundido en Salinetas: del fondo del mar a la chatarra

Cerca de dos horas duró la operación para extraer del fondo del mar el coche que se llevó la fuerte escorrentía en la zona de Salinetas a comienzos de marzo.

Agustín Ojeda, el dueño del vehículo, rescataba de su interior dos cedés de música «mexicana y romántica, que son las que me gustan a mí». Por la apariencia de los discos, eran más para guardarlos como recuerdo de una aventura no deseada que para volverlos a reproducir en un aparato. «Han sido días horribles, hasta ahora que se ha podido sacar», aseguró. El siguiente paso sería llevarlo al potrero tras comprobar que toda la documentación estaba en regla. 

La operación del rescate comenzó sobre las 10.30 horas. La mar no era del todo buena pero estaba mejor que en anteriores ocasiones en las que se intentó recuperar el vehículo. La barca María Isabel, que dirigía Manuel Espino y al que le acompañaba el submarinista Arturo Telle, ambos del club de buceo Gran Azul; se colocó sobre las coordenadas señaladas con una bolla blanca a cinco metros de la superficie.

Una vez marcada, los buzos que iban en la barcaza Trames Uno del puerto de Taliarte se sumergieron a preparar los amarres del coche para recuperar el coche. La grúa hizo lo demás hasta subir al costado de estribor al vehículo que llevaba algo más de dos meses sumergido.

Alberto Pariente, el armador de la barcaza, aseguró al finalizar el trabajo que «ha sido una muy operación muy sencilla y rápida». 

Maniobras para sacar el coche de la bahía de Salinetas

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Operación de 30.000 euros

José Luis Samper, gerente de Reprosub, que fue la empresa que se ofreció al dueño del coche a sacarlo del mar de forma gratuita, también estaba en el muelle de Taliarte cuando la barcaza llegó. Samper calculó que esta operación tendría un coste aproximado de 30.000 euros.  

El gerente aseguró que lo único que le mueve es poder ayudar a una persona «que ya tiene bastante con haber perdido el coche como para ahora tener que estar gastándose el dinero en sacarlo».

Reprosub, que ofrece servicios de trabajos submarinos y de buzos, lleva muchos años colaborando de forma gratuita con acciones de rescate de personas que se han suicidado tirándose al mar con sus vehículos o que se han caído al mar, «y este fue un acto más para ayudar a este hombre».

Arístides Hernández es la persona que se ha ofrecido a darle de baja y recuperar los que se pueda del coche. «Tengo un vehículo igual que el de Agustín Ojeda, y antes de llevarlo a chatarra y dejarlo miraremos lo que se pueda recuperar de repuestos». Y es que no está todo perdido. Las llantas, los espejos y otras partes se pueden recuperar aún para que tengan una nueva vida, además de servir de recuerdo de este episodio del primer vehículo submarino de Telde.

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