Taxistas de Ingenio y Telde hacen piña en el adiós a Aitor

Más de doscientos profesionales del taxi Ingenio y Telde mostraron este viernes su apoyo a los padres y hermana del joven Aitor, de 25 años, fallecido en accidente de moto en la carretera de El Burrero de Ingenio el miércoles.

En el tanatorio de Carrizal primero y en caravana en sus taxis después hasta el crematorio de Maspalomas donde fue incinerado el cuerpo del coche esta noche, para su incineración, los profesionales quisieron darlo todo en su último adiós a su compañero: "Quien se marchó era bueno, educado, empático. Un ser de luz", como lo califican algunos de sus compañeros.

Aitor, que solo llevaba dos años como profesional del taxi, hijo y nieto de taxistas, dejó una profunda huella en sus colegas, familiares y amigos, que han llenado las redes sociales con muestras de apoyo a la familia y de palabras de elogio al joven, amante del deporte y de las motos. Al igual que su padre, también taxista.

El homenaje de compañeros fue doble, primero a las puertas del tanatorio de Carrizal, donde hicieron sonar las bocinas de sus vehículos que acompañaron con aplausos las personas congregadas fuera del recinto. Posteriormente, se concentraron en una gasolinera en la salida de Ingenio para marchar en caravana acompañando al coche fúnebre con el joven fallecido prematuramente hasta el crematorio de Maspalomas.

Destacaron que esta muestra conjunta "ha sido posible gracias al apoyo de la familia de Aitor Rodríguez, que ha autorizado a los compañeros a acompañar la comitiva". Igualmente, subrayan que "este gesto no solo simboliza la unidad del colectivo, sino también el cariño y reconocimiento hacia Aitor".

La incineración de Aitor Rodríguez a las 21.00 horas en el crematorio de Maspalomas fue un acto íntimo familiar.

 Aitor Rodríguez, un joven taxista de apenas 25 años, perdió la vida tras sufrir un accidente de tráfico en la carretera GC-192 el miércoles.

La caravana de taxis que recorrerá el trayecto desde el tanatorio hasta el crematorio en Maspalomas. Este gesto no solo simboliza la unidad del colectivo, sino también el cariño y reconocimiento hacia Aitor.