Los cazadores rechazan que se les acuse del abandono de perros podencos en Telde

El colectivo asegura que todos sus animales llevan chip identificativo y sostiene que esa raza ya se usa también como mascota urbana

Exhibición de perros podencos, el pasado sábado en el Club de Tiro El Rincón de la capital grancanaria.

Exhibición de perros podencos, el pasado sábado en el Club de Tiro El Rincón de la capital grancanaria. / LP/DLP

Las Palmas de Gran Canaria

El colectivo de cazadores de Gran Canaria expresa su «total rechazo» al abandono de perros podencos en Telde después de que se haya conocido un operativo especial de la Policía Local y el Seprona en ese municipio para evitarlo, pero también muestra su «malestar» por el hecho de que se culpe de forma generalizada a los aficionados a la cinegética del maltrato a esos animales. 

Así, el presidente de la Sociedad de Cazadores de Gran Canaria-La Centenaria, Rodolfo Marrero, ha emitido un comunicado en el que niega que el abandono de podencos canarios sin el correspondiente chip de identificación sea responsabilidad de este colectivo, pues de forma generalizada cumple con todos los requisitos que exige la normativa para practicar este deporte. 

Ante las informaciones sobre un dispositivo especial para prevenir el abandono de perros de caza en la zona teldense de Cuatro Puertas-El Goro, donde se ubica un campo de entrenamiento para esos animales, la Sociedad de Cazadores considera que acusar de forma generalizada a los aficionados a la caza «deja en situación desprestigiada al colectivo», cuando es probable que la práctica totalidad de los abandonos de podencos canarios sean realizadas por personas que tenían esos perros como mascotas. 

Tras recabar más información de esos cuerpos de seguridad, Marrero resalta en su escrito que «la acción llevada a cabo se debe a la preocupación municipal por la creciente aparición de perros abandonados en dicha zona», pues en el periodo del 1 enero al 13 de mayo del 2025 un total de ocho perros podencos canarios fueron rescatados y actualmente internados en el albergue municipal que gestiona Gesplan, en el que se encuentran más de 30 perros de raza peligrosa y decenas de canes domésticos. 

Adopciones

Igualmente, detalla el presidente de la Sociedad La Centenaria, en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria se han recepcionado más de 160 perros mestizos, habiendo sido entregados para adopción casi un centenar y permaneciendo a día de hoy en el albergue municipal un total de 65, de los cuales solo hay un podenco canario.

«Considerando que ambos municipios, Telde y Las Palmas de Gran Canaria, son los que tienen más habitantes y cazadores, se deduce que el mayor número de abandonos se produce entre perros domésticos o mestizos», afirma Marrero, quien subraya que «actualmente el podenco canario, además de ser un perro de caza, se ha convertido también en un perro doméstico para compañía, gracias a la preservación y a la conservación que viene realizando el colectivo de la caza en Canarias en los últimos 50 años».

Concentración de cazadores con sus perros podencos en el Club de Tiro El Rincón

Concentración de cazadores con sus perros podencos en el Club de Tiro El Rincón / LP/DLP

La Sociedad de Cazadores «condena profundamente cualquier acción inapropiada por parte de cualquier cazador que no cumpla las normas y reglas establecidas», pero también quiere aclarar que «en el operativo llevado a cabo en el Barranco de Silva, donde se identificaron aproximadamente 60 perros de caza en una mañana, solo uno de los animales carecía de identificación, pudiendo ser un cachorro que por decisión veterinaria no pueden ser identificados con microchip hasta que cumpla los tres meses de edad». 

«Evidentemente -apunta Marrero- queda claro que el 99% de los cazadores cumplen la normativa vigente y aquel que no la cumpla que sea debidamente sancionado, como así lo hemos trasladado en reiteradas ocasiones los representantes de las sociedades en los distintos Consejos Insulares de Caza».

La Centenaria considera que estos dispositivos de control y prevención «deben continuar desarrollándose progresivamente por todo el ámbito de la isla de Gran Canaria, dado que cada vez son más los animales, perros y gatos, los que deambulan por vías públicas, parques y jardines sin control e identificación, además de los asilvestrados, que de una manera u otra generan una amenaza para la conservación de la fauna canaria. «Estamos cansado de que nos traten de maltratadores, que nos deshumanicen, que nos juzguen por desconocimiento y que nos acosen, cuando el colectivo de los cazadores siempre ha estado en contra del abandono de los animales», concluye.  

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