Ni es el sur ni es Maspalomas: estos son los tres rincones de la costa del norte de Gran Canaria que no te puedes perder

Hay quien viaja al norte de Gran Canaria buscando silencio y desconexión. Otros lo hacen buscando un buen chapuzón a plena luz del día. A todos ellos les aguarda Gáldar, ese municipio que mira de frente al Atlántico y esconde, en su línea costera, verdaderos templos para el descanso, el baño o la contemplación.

En esta parte de la isla, donde el viento huele a salitre y las rocas han sido cinceladas por siglos de mareas bravas, hay tres lugares que se han convertido en joyas veraniegas para quienes saben mirar más allá del turismo de postal. Desde la cuenta de TikTok @celienruta, la divulgadora grancanaria nos invita a descubrirlos con ojos nuevos.

Piscinas naturales de El Agujero

“Es una de nuestras favoritas. Agua fresquita, vistas alucinantes y ese toque salvaje que enamora”. Así define la creadora de contenidos locales las piscinas naturales de El Agujero, uno de los lugares más conocidos entre los galdenses y los amantes del norte más auténtico. Aquí, el Atlántico se filtra con paciencia entre las rocas, formando charcos de diferentes profundidades que permiten desde el chapoteo familiar hasta el buceo pausado.

Se trata de un entorno natural delimitado por rocas volcánicas que sirven de escudo ante el mar abierto. Un oasis donde nadar sin miedo, tomar el sol con tranquilidad y observar cómo se funden cielo y océano en una sinfonía de tonos azules.

Muy cerca, en la zona de El Frontón, se celebra el Frontón King, una de las pruebas de bodyboard más importantes del mundo. Un escenario donde las olas alcanzan tal perfección que atraen a deportistas de élite y a quienes solo quieren mirar.

Piscina natural de Punta del Faro

“Más tranquila, perfecta para desconectar”, cuenta la tiktoker mientras graba un rincón apenas señalado en los mapas. La piscina natural de Punta del Faro es uno de esos secretos a voces que se descubren casi por azar, tras cruzar urbanizaciones costeras y seguir el murmullo del mar.

No siempre es accesible, pues la marea la esconde o transforma según su humor. Pero si el día acompaña y el mar lo permite, este enclave se convierte en una pequeña cápsula de paz: agua transparente, algas danzantes y una luz que lo vuelve todo más claro.

Aquí lo que reina es la naturaleza en estado puro y eso lo convierte en una experiencia todavía más única.

Charca del corazón

No es una metáfora. La Charca del Corazón existe y, como su nombre indica, tiene una silueta que recuerda a ese símbolo tan humano como universal. “Sí, tiene forma de corazón. Sí, es una pasada. Y sí, merece cada paso del camino”, dice la tiktoker antes de mostrar cómo llegar.

La ruta no es complicada, pero sí requiere de atención. Hay que localizar dos casas naranjas junto a la costa de Gáldar, bajar unas escaleras escondidas y seguir una roca también con forma de corazón hasta llegar a esta pequeña charca donde la marea ha dejado su firma.

Es un lugar para fotos, pero también para dejar que el sol haga su trabajo, que el agua nos reciba y que el corazón el de verdad se llene de mar.

Consejos antes de ir

• Consulta las mareas antes de ir: el norte no perdona cuando se enfada.
• Llévate tu basura: deja el sitio mejor de lo que lo encontraste.
• Cuida lo que visitas: estos rincones resisten gracias a quienes los tratan con respeto.