San Bartolomé de Tirajana

Nuevo mirador en Playa del Inglés: la ladera del antiguo toboplaya se transforma tras 26 años en ruinas

El consorcio de rehabilitación turística transforma un espacio degradado en otro de uso público con unas vistas privilegiadas y 500 nuevas plantas

Nuevo mirador en Playa del Inglés

C. G. C.

San Bartolomé de Tirajana

La ladera donde hasta hace apenas dos años se encontraba el antiguo toboplaya de Playa del Inglés ya luce rehabilitada y en ella se ha construido un mirador con unas vistas privilegiadas sobre la playa y la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, además de un jardín en el que se han plantado cerca de 500 unidades de especies autóctonas. El proyecto cambia por completo la imagen de un espacio que se encontraba degradado, con un talud donde se acumulaba gran cantidad de basura y un tobogán abandonado durante 26 años, hasta que hace dos comenzaron los trabajos de limpieza de la zona y el posterior trabajo de acondicionamiento del suelo para desarrollar esta nueva plataforma, que está llamada a convertirse en un nuevo atractivo turístico en el municipio. La intervención ha sido desarrollada por el Consorcio Maspalomas Gran Canaria con un importe de 615.081 euros.

Durante el acto de inauguración del mirador, celebrado este miércoles, el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, se mostró «bastante orgulloso por la modernización de este área de Playa del Inglés», mientras que el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, señaló que «se ha recuperado para el uso público y para Gran Canaria un lugar que daba una imagen del destino turístico que no era adecuada».

Autoridades durante la inauguración del mirador.

Autoridades durante la inauguración del mirador. / David Delfour/Cabildo de Gran Canaria

Los trabajos se han llevado a cabo sobre una ladera con una pendiente muy acentuada y de difícil acceso que se encuentra ubicada entre el paseo Costa Canaria y el centro comercial Anexo II. Allí se ha construido, por un lado, una plataforma de unos 250 metros cuadrados a la que se ha dotado de mobiliario urbano con la instalación de bancos prefabricados y alumbrado público con tres luminarias verticales y otras ocho incrustadas en los muros. Por otro lado, en la zona del terreno situada más al sur, así como bordeando el mirador, se ha estabilizado el suelo para crear un jardín que contribuye a la mejora paisajística y en el que se han plantado casi 500 nuevas plantas de más de una veintena de especies autóctonas como dragos, acebuches, tabaibas y cardones, todas ellas especies xerófilas, esto es, vegetales que se adapta fácilmente a entornos áridos y que necesitan poca cantidad de agua. 

El desarrollo del proyecto se ha llevado a cabo en dos fases. La primera incluyó la limpieza de la parcela y la demolición del antiguo tobogán y otras edificaciones, así como los movimientos de tierra y la construcción de los muros de contención, y la segunda se centró en los trabajos de jardinería y construcción del mirador.

Para llegar hasta aquí la parcela ha recorrido un largo periplo judicial. El Ayuntamiento intentó sin éxito hacerse con la titularidad del suelo en noviembre de 2020 tras un litigio iniciado por la antigua empresa propietaria, Toboplaya S.A. y continuado, tras un cambio de propiedad, por Katanga Inversiones S. A. que terminó con la expropiación de esta parcela, pero finalmente no fue posible por una discrepancia de 658 metros cuadrados. Ya en 2022, tras encargar un estudio topográfico, el Consistorio recepcionó 3.487 metros cuadrados por los cuales pagó 3.710.019,88 euros, que es la cantidad resultante en la sentencia dictada por el Tribunal Supremo que estableció el justiprecio por la expropiación.

EL presidente del Cabildo, Antonio Morales, y el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, durante la inauguración del mirador.

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, y el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, durante la inauguración del mirador. / Francisco Romero

El toboplaya abrió sus puertas a finales de los 80, pero en 1991 el Ayuntamiento lo cerró por no tener licencia. Sin embargo, cinco años más tarde, el propietario se saltó el precinto, realizó obras de mejora y lo reabrió, pero no duró mucho tiempo. Ya cerrado y con la basura acumulándose, con la aprobación del Plan General en 1996 la parcela, que era privada, se recogió como pública destinada a zonas verdes, nadie reclamó su titularidad y el PGO adquirió firmeza. Años después, el propietario solicitó ser expropiado, el Consistorio se negó y el caso llegó al Supremo, donde reclamaba 5,4 millones de euros, pero el tribunal estableció finalmente un justiprecio de 3,7 millones de euros. 

Ahora, aquella vieja parcela es un mirador al Atlántico que se suma a otros proyectos puestos en marcha por el Consorcio, como es la mejora del Palmeral del Oasis, el carril bici entre El Hornillo y Pasito Blanco o el acondicionamiento de los márgenes del barranco de Maspalomas.

La mejora del Anexo II espera el documento ambiental

La renovación del centro comercial Anexo II continúa esperando por los documentos ambientales para seguir tramitando el proyecto de mejora tanto del espacio comercial como de las áreas públicas anexas. En declaraciones a los periodistas durante la inauguración del mirador, el primer teniente de alcalde y edil responsable de Urbanismo, Alejandro Marichal, sostuvo que Urbanismo está a la espera de que los empresarios presenten el documento ambiental y que la propia Corporación presente la suya de la parte pública. Una vez recibidos, se remitirán al Órgano Ambiental Municipal para su análisis.

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