“Si lo hacen Iraya y Samuel, tiene que estar bien hecho”: una propuesta dulce que revoluciona las ferias de Gran Canaria
Sabores de infancia, cremas inesperadas y un obrador donde las croquetas abrieron el camino y las berlinas se han convertido en la nueva tentación de la isla

Johanna Betancor Galindo

En la carretera que serpentea hacia Moya, donde el aire huele a pinar, a tierra húmeda y a domingo sin prisa, cada fin de semana un rincón discreto se transforma. Los aromas dulces se entremezclan en el ambiente y reluce el olor a pistacho tostado, crema de fresa, chocolate blanco recién fundido.
Donde desde hace ocho años se fraguaban croquetas artesanas entre harina y nostalgia, hoy nacen las berlinas más desbordantes de Gran Canaria, esas que no solo se prueban una vez, sino que invitan a volver.
Iraya Rodríguez y Samuel García no solo comparten un sueño, sino también un proyecto culinario que comenzó en 2017 y que pronto se convirtió en referencia. Fundaron la Croquetería de Moya con el propósito de rescatar un producto que, como tantos otros, había ido perdiendo la receta tradicional por el camino. Hoy elaboran más de 20.000 unidades a la semana y ofrecen más de 28 variedades, desde el clásico rulo de queso de cabra con cebolla caramelizada hasta creaciones inesperadas como la de cochinillo con salsa de manzana.
Pero su ambición no se detuvo ahí. Este año, en el mismo local donde comenzó todo, dieron un paso más y lanzaron Berlinas by Moya, un proyecto “complementario” que, en sus propias palabras, parte de una misma filosofía. Recuperar una idea tradicional para convertirla en algo vibrante, fresco y moderno.
El estreno fue por todo lo alto, primero en la feria Gran Canaria Me Gusta y luego en la 25 aniversario de Fisaldo, donde vendieron 9.000 berlinas en solo cinco días. Las colas no solo se alargaban, sino que se repetían. “Hay quienes vienen a por una berlina y un café y acaban repitiendo cola para volver a por más. Cuando vemos eso, se nos eriza la piel”, confiesan.
Del horno a la feria, y de ahí a las redes
Las berlinas de Moya no se limitan a rellenarse. Se diseñan con mimo y se terminan como si cada una fuera un lienzo. Hay quienes las piden con sirope de pistacho, otros prefieren el relleno de Kinder con cobertura de chocolate blanco y trozos de filipinos, y no faltan quienes esperan, con cierta devoción, las novedades mensuales. La de este verano, por ejemplo, rendirá homenaje a los sabores de infancia: una berlina rellena del mítico helado de fiesta, con crema interior, helado y topping incluido. Añadirán además nuevos sabores como las galletas María o el plátano.
“Tenemos una carta bastante amplia y cada mes sacaremos una nueva”, explican. “Siempre estamos buscando algo que guste, pero que a la vez sea diferente al resto”.
La respuesta del público ha sido entusiasta. Tras su paso por ferias, sus seguidores en redes crecieron notablemente. “Teníamos 2.500, y ahora estamos por los 2.700 seguidores. Pero lo que más nos impulsa es el boca a boca. Muchos dicen: 'Si lo hacen Iraya Rodríguez y Samuel García, tiene que estar bien hecho'”.

Carta de tipos de relleno y toppings de Berlinas By Moya / LP/DLP
Las berlinas vienen con maridaje incluido. En su local ofrecen café de especialidad, tanto frío como caliente, y una serie de combinaciones que parecen sacadas de una cafetería de cuento.
Destacan bebidas como El pecado, con Nutella y Oreo, o el Beso cremoso, con nata, crema de fresa y una nube flotando sobre el café. Preparan también smoothies y batidos naturales que envuelven. Aquí todo tiene un nombre, una estética y una intención de convertir lo cotidiano en experiencia inolvidable.

Carta de bebidas frías de Berlinas By Moya / LP/DLP
Una receta nacida del amor
Detrás del éxito no hay fórmulas mágicas, sino una mezcla bien medida de trabajo, amor por lo que hacen y una intuición que han cultivado con cada nueva receta. “Nos inspiran las cosas que nos gustan”, explican. “Intentamos no apostar por lo fácil, como el chocolate Dubái, sino buscar combinaciones que emocionen”. Mientras celebran los ocho años de La Croquetería de Moya, ya tienen la vista puesta en el siguiente paso. Lanzar un food truck que los lleve por la isla, berlinas y cafés en mano.
Y así, entre cremas inesperadas, coberturas brillantes y guiños a sabores de toda la vida, Moya se convierte cada fin de semana en destino dulce. Porque, como ellos dicen, “cuando haces las cosas con amor, la recompensa es el resultado”. Y ese resultado, en este caso, tiene forma redonda, huelen a dulce y hace que se formen colas.
Están disponibles los sábados y domingos, de 10:00 a 16:00 horas, en su local de Moya. Los pedidos se pueden realizar a través de su perfil social o el número 928 177 328, aunque solo se recogen de forma presencial, pues no disponen de servicio a domicilio. Para más información, consulta sus redes sociales.
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