Arinaga se llena de amor y velas por Manoli al año de desaparecer la Noche de San Juan

Familares y amigos rinden homenaje a la vecina en la playa donde dijo que iba a bañarse. Piden colaborar "porque hace un año fue ella, pero mañana puede ser tu hijo"

Una vecina deposita una vela en el lugar donde se homenajeó a Manoli.

La Provincia

Agüimes

La playa de Arinaga , en el municipio grancanario de Agüimes, se convirtió la noche de San Juan en ejemplo de solidaridad, apoyo y muestras de cariño a los familiares y amigos de la vecina desaparecida misteriosamente hace un año Manuela Gil León, aunque el nombre y frase que resonó entre todos fue «Manoli, no te olvidamos». «Lo nuestro no es un adiós, es un hasta luego. Hasta volvernos a ver», rezaba una pancarta. En el acto convocado por su hijo Raúl Santana con su esposa Dahyara Martín para que acudieran con velas al mismo punto donde supuestamente iba a acudir la vecina de Arinaga a darse el ritual baño la Noche de San Juan, en la zona de los barquillos.

Fue lo último que se supo de ella. Un año de investigación y búsqueda que solo ha dejado incertidumbre, mucho dolor y la esperanza de que aparezca de algún modo «pero que sepamos algo», comentó Martín que ha sido la portavoz este largo año de espera.

"Mañana puede ser tu hijo"

«Queremos saber dónde está. No queremos ser pesados, sino que entiendan este dolor. Pedimos que mejoren, que pongan cámaras en la avenida porque mañana puede ser tu hermana, tu madre, tu tía o tu hijo» el que desaparezca, dijo emocionada la portavoz ante las personas congregadas desde las 21.00 horas.

Última foto de Manoli hace un año, sonriente, sentada en una zona de la playa de  Arinaga.

Última foto de Manoli hace un año, sonriente, sentada en una zona de la playa de Arinaga. / La Provincia

Mientras, la avenida costera y demás áreas de baño se iban llenando con vecinos y visitantes, algunos ajenos a la tragedia vivida hace un año en esta pequeña localidad del municipio del sureste grancanario.

La joven portavoz, con lágrimas en los ojos , agradeció la participación de las personas que acudieron al pequeño pero emotivo homenaje en «este día importante porque ella se lo merece». Martín finalizó su corto pero emotivo mensaje desde el puesto de socorristas, que precedió a los aplausos mientras la joven se fundía en un fuerte abrazo con su marido Raúl Santana, que tampoco podía contener la emoción . El llanto de otros familiares y amigos s volvieron a escuchar en el mismo punto donde hace 365 días se difuminó la imagen, el cuerpo de Maanuela Gil, a la que todos recuerdan por su amplia sonrisa.

Un amigo cercano a la familia dio paso a la lectura de un poema para cerrar el homenaje. Lo tituló: la Noche de San Juan. 

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