Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Gastronomía

Restaurante Saliviento: El templo gallego de los David

Hace casi tres años se lanzaron a una aventura: abrir un negocio de restauración en un garaje hasta donde entonces había un bar. Lo transformaron y allí nació Saliviento, un establecimiento especializado en cocina gallega que se ha marcado como meta poner a Castillo del Romeral en el mapa gastronómico insular.

Restaurante Saliviento: el templo gallego de los David

La Provincia

San Bartolomé de Tirajana

Uno nació entre los fogones del negocio familiar y se formó después como profesional de cocina y sala logrando así una amplia experiencia en el mundo de la restauración. El otro es un hombre con una clara destreza con los números desde su profesión de contable pero ahora reconvertido en chef. Y juntos se han marcado como objetivo colocar a Castillo del Romeralen el mapa gastronómico de la isla desde el establecimiento especializado en cocina gallega que abrieron hace casi tres años y que arrancaron desde cero. «Los primeros calderos los compramos por 80 euros a un señor que había cerrado una churrería; tenían más años que el sol», bromean David Bouzón y David Mancebo, artífices el restaurante Saliviento.

David Bouzón sigue la tradición familiar gallega iniciada por su padre José Bouzón, fundador del restaurante Rías Bajas de Las Palmas de Gran Canaria y recientemente fallecido. Se formó en el mundo gastronómico y sus conocimientos los aplicó durante tres años en un negocio familiar en el que hizo «un master porque era un barco muy grande» hasta que su progenitor se jubiló y decidió venderlo. De hecho, David Mancebo era el contable de aquel establecimiento. Ni de lejos pensó ponerse ante los fogones.

Tiempo después, durante años ambos echaron el ojo al bar que había en un garaje cercano a su casa porque sabían que aquel espacio tenía grandes posibilidades para desarrollar un proyecto gastronómico. «Siempre tuve el gusanillo de coger ese bar, le veía potencial a pesar de lo que todo el mundo me decía», relata Bouzón. En 2022, el inquilino se marchó y enseguida echaron el anzuelo para hacerse con un local al que le dieron un cambio de imagen para convertirlo en un templo gastronómico gallego en el que prima «la cocina de producto, de temporada y sin florituras».

El 10 de septiembre de aquel año levantaron la persiana con aquellos calderos de segunda mano y con la mercancía «justita». «Arrancamos con la mercancía justa para el día y con la caja que hicimos compramos la del día siguiente», relata Bouzón. Y en la cocina, Santiago, un cocinero que al año después se jubilaría, por lo que a estos dos empresarios no les quedó otra que aprender de él antes de que se marchase. En ese cometido se empleó David Mancebo, quien se alistó entonces como ayudante de cocina. Ahora es el chef. «Para mi era impensable meterme en la cocina porque la idea inicial era que fuese el contable de Saliviento, pero nos vimos agobiados porque Santiago se iba así que decidimos agarrar el toro por los cuernos porque era eso o tirar a la basura todos los ahorros que habíamos invertido», cuenta Mancebo.

Empezaron a trabajar casi al día, pero el negocio no tardó mucho en despegar porque Bouzón y Mancebo guardaban un as en la manga: la creación de experiencias gastronómicas y culturales a precio cerrado. Lo hicieron vinculando la gastronomía a fechas marcadas y así nació, por el Día de la Mujer, el evento ‘Vinos con nombre de mujer’ o las Jornadas del Cachopo. «Así nos pusimos en el mapa», señala Bouzón, «además yo quería llegar a todo el mundo porque en el barrio nos veían como elitistas y no es así; este restaurante puede ser apto para todos los bolsillos». La próxima experiencia la organizan el próximo día 4 de julio con una cata maridaje de vinos portugueses del Douro. Y las ideas no llegan solas, ya que parten de la base de un proyecto anterior impulsado por Bouzón en Castillo del Romeral denominado ‘Sal de Tapas’ para impulsar y posicionar los establecimientos del barrio.

Ahora, enfilan sus casi tres años en activo con una propuesta gastronómica con un fuerte arraigo gallego basada en pescados, mariscos y arroces. Así, destacan el meloso de zamburiña, la verdina con almejas, carpaccio de atún rojo, salpicón de gambas y rape, buñuelos de bacalao, ostras gallegas, navajas de las Islas Cíes o berberecho de las rías con una fuerte apuesta por el pescado local como el cherne, la sama, el mero o el romerete. También ofrecen platos de carnes como el cachopo, el cochinillo al estilo segoviano, meloso de carrillera ibérica o paella de chuletillas de cordero con setas. Todo ello lo acompañan se una cuidada selección de vinos con denominación de origen de Galicia y Canarias.

Su propuesta posiciona a Castillo del Romeral, dicen, como un punto gastronómico junto a los otros establecimientos del barrio. Y a futuro lo tienen claro: «nuestra línea siempre será la misma, buen producto y una atención personalizada», concluyen.

Apuntes: Pescado, carne marisco y vinos

El restaurante Saliviento está ubicado en la calle Barlovento, 6 en Castillo del Romeral. El teléfono para información y reservas es el 928 50 13 13. Es recomendable la reserva previa.

El horario del establecimiento es: miércoles de 13.30 a 17.30 horas, de jueves a sábado de 13.30 a 22.30 horas, y el domingo de 13.30 a 17.00 horas. Los lunes y martes permanece cerrado.

El meloso de zamburiñas, la verdina con almejas, el cachopo y la paella de chuletilla de cordero con setas son algunas de sus principales elaboraciones.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents