El Fondillo almacenará agua regenerada para 121 agricultores y reducirá la dependencia de las presas

El depósito de aguas de El Fondillo suplirá el agua de riego a 121 agricultores de la Isla y mejorará la autosuficiencia hídrica de Gran Canaria antes de que finalice el año. Con 33.000 metros cúbicos, el nuevo depósito almacenará el agua procedente de la depuradora de Barranco Seco para luego transportarla a las fincas. Los recursos hídricos estarán destinados principalmente al sur, aunque también será posible surtir a algunas fincas del norte. La nueva infraestructura, cuyo plazo de ejecución está previsto para el 31 de octubre, viene a sustituir a la ya existente en El Fondillo, que tiene una capacidad de tan solo 1.500 metros cúbicos, y que hasta ahora era el principal sistema de la Isla para la distribución de agua regenerada destinada a regadío.

"Es un avance más en la propuesta del Cabildo de Gran Canaria de garantizar la seguridad hídrica", defendió el presidente del Cabildo, Antonio Morales, durante un recorrido por la obra. El Cabildo de Gran Canaria trata el 50% de las aguas negras y el objetivo es llegar a su totalidad para aliviar la dependencia en las presas y reducir la incertidumbre ante la escasez de agua. Este proyecto es parte de un plan en marcha para consolidar la seguridad hídrica que contempla 107 acciones con más de 150 millones de euros en inversión.

La planta actual de El Fondillo es demasiado pequeña para las necesidades de la Isla, lo que provoca problemas si existe alguna avería. Ahora, si los depósitos se llenan la producción de agua regenerada debe detenerse porque no hay espacio de almacenamiento, y este hecho no solo se acrecienta cuando baja el consumo de agua para uso agrícola sino también porque puede haber tuberías en reparación. El documento del proyecto detalla que en 2021 se produjeron 14 días de parada por estas razones.

La alta capacidad del nuevo depósito de El Fondillo permitirá guardar agua durante cuatro días, en caso de que se produzca cualquier tipo de incidencia en la depuradora. Por lo tanto, esto mejorará la seguridad del abastecimiento del sector primario, ya que se prevé que la infraestructura suministre a 560 hectáreas agrícolas, una vez esté en funcionamiento. El Consejo Insular de Aguas aclaró que la instalación no producirá malos olores, ya que se trata de aguas tratadas con "la máxima calidad". El agua es sometida a un intenso tratamiento terciario, que consta de un proceso de ultrafiltración, además de una electrodiálisis para garantizar su salubridad y reducir su salinidad antes de ser destinada al regadío.

Récord de agua regenerada

Morales destacó que en el ámbito de toda Canarias, el Consejo Insular de Agua es la institución que más introduce agua regenerada al servicio de la agricultura, así como de otros usos esenciales para la economía. "En Gran Canaria se producen 14 millones de metros cúbicos de agua al año puestas a disposición del sector en tiempos de calentamiento global, avance de la sequía y de la desertización", explicó Morales. De ese total, 7,1 hectómetros cúbicos son aguas regeneradas y los 7,2 restantes proceden de la desalación de agua de mar. En el Terciario de Barranco Seco se encuentra la mayor instalación de producción de agua regenerada de la Isla. Construida en 2002 proporciona más de 4,5 millones de metros cúbicos al año de agua regenerada de riego. El presidente destacó que la Isla no ha necesitado declarar la situación de emergencia hídrica durante épocas de sequía, precisamente, por el trabajo en regeneración del agua. "Gran Canaria, junto a La Palma, no declaró la emergencia hídrica, y se debe fundamentalmente a que en gran parte de la zona media baja de la Isla se utiliza agua desalada", detalló Morales.

La obra también incluye las actuaciones para salvar las cotas en Barranco Seco, con el objetivo de reducir la nueva altura y cumplir con la instalación de las bombas multibásicas que enviarán el agua hasta el nuevo depósito. Además, está prevista la incorporación de paneles solares para reducir el impacto energético. "Con este depósito se va a poder bombear agua en horas valle y con un considerable ahorro energético", detallaron los expertos en el recorrido. Durante los trabajos también se llevará a cabo la creación de accesos, conducciones y sistemas de control hidráulico, la adaptación energética y sustitución de equipos de impulsión y la implementación de medidas medioambientales.

El presupuesto de la obra asciende a 7.108.094,42 euros, de los cuales el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), financia el 80% con fondos NextGeneration de la Unión Europea. Mientras, el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria (CIAGC) asume el resto de los costes, además de la adquisición del suelo y otros servicios que se elevan hasta los 527.823,34 euros, lo que supone una inversión total por su parte de 1.949.442,22 euros.

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