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Estos son los lugares de Canarias donde el sol será más peligroso este fin de semana

Gran Canaria, El Hierro y varias zonas de Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma y La Gomera presentan niveles extremos de radiación ultravioleta

Ola de calor en el sur y centro de Gran Canaria

Andrés Cruz

Diego R. Moreno

Diego R. Moreno

Las Palmas de Gran Canaria

La belleza del clima canario es también su mayor amenaza en estos días. El Gobierno de Canarias ha emitido una alerta por radiación ultravioleta (UV) extrema en varias islas y municipios, con datos actualizados de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Este fin de semana, el sol no solo calienta, también puede hacer daño grave a la salud, especialmente si no tomamos precauciones.

Mapa del riesgo

Según la Dirección General de Salud Pública, los niveles de riesgo se distribuyen así:

  • Gran Canaria: toda la isla en riesgo extremo.
  • El Hierro: todos los municipios en riesgo extremo.
  • Lanzarote: riesgo extremo generalizado, salvo Arrecife (muy alto).
  • Fuerteventura: riesgo extremo salvo en Puerto del Rosario.
  • Tenerife: riesgo muy alto en general, pero con nivel extremo en Santiago del Teide, Guía de Isora, Vilaflor, Arona y San Miguel de Abona.
  • La Palma: nivel extremo salvo en Santa Cruz de La Palma y San Andrés y Sauces.
  • La Gomera: riesgo extremo, salvo San Sebastián de La Gomera (muy alto).

Canarias: la región con más radiación UV de toda España

No es algo puntual. Canarias mantiene durante todo el año los índices más altos de radiación solar en España, y esto se intensifica en verano. La cercanía al ecuador, la altitud y la limpieza del aire convierten a las islas en un lugar tan soleado como peligroso.

Lo peor es que la radiación UV atraviesa las nubes, y la sensación de frescor o la brisa no reduce el riesgo.

Mapa Radiación UltraVioleta

Mapa Radiación UltraVioleta / La Provincia

La exposición prolongada al sol, especialmente sin la protección adecuada, puede tener efectos profundos en la salud, que van mucho más allá de una quemadura pasajera. Entre las consecuencias más preocupantes se encuentra el desarrollo de cáncer de piel, como el carcinoma basocelular, el espinocelular o incluso el melanoma, que es el tipo más agresivo. Pero los daños no se limitan a la piel. La radiación ultravioleta también puede afectar seriamente a los ojos, provocando enfermedades como las cataratas, la queratitis o daños irreversibles en la retina.

Además, el sol acelera el envejecimiento cutáneo, generando arrugas prematuras, manchas oscuras y pérdida de elasticidad. No solo eso: puede debilitar el sistema inmunológico y facilitar la reactivación de virus latentes como el herpes labial. Lo más preocupante es que estos efectos pueden acumularse durante años, incluso décadas, y muchas veces se originan con quemaduras solares que parecen inofensivas en el momento. Por eso, protegerse no es una opción: es una inversión en salud a largo plazo.

¿Quién debe tener más cuidado con el sol?

Aunque todos estamos expuestos al daño solar, hay personas que deben extremar la precaución. Los niños y las personas mayores son especialmente vulnerables por la fragilidad de su piel, y aquellos con tez clara, cabello rubio o pelirrojo, y ojos claros tienen más probabilidad de sufrir quemaduras incluso con exposiciones breves. También deben protegerse con especial cuidado quienes trabajan a la intemperie —como en la construcción, la agricultura o la hostelería—, ya que su contacto con la radiación UV es constante y acumulativo.

Recomendaciones riesgos radiación ultravioleta

Recomendaciones riesgos radiación ultravioleta / La Provincia

Por otro lado, ciertos medicamentos, como antibióticos, anticonceptivos y algunos cosméticos, pueden aumentar la sensibilidad de la piel a la luz solar, provocando reacciones más intensas. Las personas con antecedentes personales o familiares de cáncer de piel deben ser especialmente rigurosas con la protección solar. Y a partir de los 50 años, cuando la piel comienza a perder parte de su capacidad de regeneración, los riesgos se multiplican. En todos estos casos, el sol puede convertirse en un enemigo silencioso si no se toman las medidas adecuadas.

Cómo protegerse del sol cuando el riesgo es extremo

Cuando el índice de radiación UV alcanza niveles extremos, como ocurre estos días en Canarias, la mejor estrategia es la prevención. Evitar la exposición solar directa en las horas centrales del día, especialmente entre las doce y las cinco de la tarde, es esencial. Si es necesario salir, conviene aplicar un protector solar de amplio espectro con un factor de protección SPF 50+, y reaplicarlo cada dos horas, o antes si se ha sudado o se ha estado en el agua.

Domingo de calor y playa en Melenara

Domingo de calor y playa en Melenara / José Pérez Curbelo

La ropa también juega un papel clave: lo más recomendable es optar por prendas ligeras pero que cubran brazos y piernas, además de un sombrero de ala ancha que proteja rostro, cuello y orejas. Las gafas de sol no deben ser solo un accesorio, sino una herramienta de protección con lentes homologadas contra los rayos UV. Buscar la sombra, incluso en entornos urbanos, y permanecer en ella siempre que sea posible, es otra medida eficaz. Y si se trata de niños o personas mayores, la vigilancia debe ser constante, ya que sus cuerpos no regulan el calor ni se defienden del sol con la misma eficacia que los adultos jóvenes. Ante un sol peligroso, protegerse es la única manera de evitar consecuencias que, en muchos casos, podrían ser evitables.

El daño solar es acumulativo

Una exposición inadecuada hoy puede derivar en un problema grave en el futuro. El daño solar se acumula en la piel, y las consecuencias pueden aparecer incluso décadas después.

No se trata de evitar el sol, sino de disfrutarlo con cabeza. Protegerse es sencillo, y puede marcar la diferencia entre salud y enfermedad.

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