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Agüimes

Agüimes convierte un 'oasis' en vertedero

Vecinos del Palmeral Oasis de Vargas: "Ni palmeras ni oasis. Solo vemos escombros, restos de invernaderos, deterioro y peligro por años de desatención del Ayuntamiento"

Palmeras muertas y vertidos ilegales en la urbanización Oasis de Vargas, en Agüimes

La Provincia

Agüimes

Ocho kilómetros o 12 minutos en coche. Son los que separan la glamurosa playa de Arinaga con la del barrio de Vargas, en el municipio de Agüimes. Ambos barrios son parte de la primera imagen de la isla que ven turistas y visitantes desde el avión. Pero la estampa es radicalmente distinta. Arinaga es la «niña bonita» , pero en la Urbanización Palmeral del Oasis de Vargas, convivir con basura, vertederos incontrolados a metros de sus casas, plásticos y despojos de invernaderos abandonados, o los restos de un coche incendiado hace diez días al borde de la carretera, son hoy la identidad del barrio agüimense. «Rutina y un serio peligro» dicen los vecinos, que están «hartos porque no nos hacen caso. Realmente, esta es la otra cara de Agüimes». Lo afirman hoy, pero lo hacen desde hace décadas. Solo en lo que va de año llevan interpuestas casi una decena de reclamaciones al Ayuntamiento y Medio Ambiente por la situación que consideran insalubre y peligrosa. Exigen una intervención urgente. El Ayuntamiento apela al civismo y asegura que cumple con la limpieza y pide que denuncien.

Paisaje desolador

Los restos esparcidos por el viento y los vertidos incontrolados en solares vacíos forman un paisaje desolador. A esta situación se suman invernaderos abandonados «que con sus plásticos rotos y estructuras oxidadas, contribuyen a afear el entorno y acumular más suciedad. El viento arrastra los plásticos hasta las aceras y casas. Nadie se hace cargo, y eso da una imagen penosa de un barrio pensado como residencial», comenta Domingo Rodríguez, vecino afectado y vocal de la asociación que preside José Juan Lasso.

Este coche quemado lleva más de 10 días al borde de la carretera de Vargas.

Este coche quemado lleva más de 10 días al borde de la carretera de Vargas. / La Provincia

La zona se ha deteriorado progresivamente por falta de limpieza, mantenimiento y vigilancia que «deriva en acumulación de residuos, escombros, electrodomésticos muebles viejos y restos de poda que algunos depositan en cualquier esquina». Hace más de diez días están los restos de un coche quemado en el borde de la carretera a la playa de Vargas: "Un peligro más. Esto no es un punto limpio, pero parece el vertedero», resume el vocal, recordando que han comunicado el problema al Ayuntamiento sin obtener soluciones duraderas. Alertan que los residuos, «fácilmente combustibles, podrían provocar incendios, especialmente en los terrenos rústicos ocupados ilegalmente que rodean la zona».

Estas fincas agrícolas en desuso podían acogerse al plan de limpieza de invernaderos impulsado por el Cabildo para adecentar la comarca y dar buena imagen a los pasajeros que llegan en avión a la isla. «Pero si ves esto, te asustas», ironiza el portavoz vecinal.

Abandono de años

El secretario de la asociación, Francisco Suárez, en un análisis de la situación actual, detalla las reclamaciones realizadas estos años en las que no se ha actuado. «Vivimos una realidad marcada por el abandono y la indiferencia institucional. Durante años, la Asociación de Vecinos ha luchado por mejorar las condiciones de su entorno, enviando escritos, denuncias y solicitudes al Ayuntamiento y otras entidades competentes. Sin embargo, -explica- la falta de respuestas y acciones concretas ha convertido sus demandas en un eco perdido en el vacío».

El deterioro del entorno «es evidente» desde que se accede a la urbanización. Las aceras, muchas de ellas intransitables, representan un obstáculo para personas con movilidad reducida, barreras que dificultan su día a día. La inseguridad también es una constante en el Oasis, destaca Suárez. «Los robos de tapas de registro eléctrico y los actos vandálicos, como la rotura de cristales en la única parada de guaguas, han sido denunciados en repetidas ocasiones. Aunque se han reemplazado las tapas, la falta de presencia policial sigue siendo un problema que preocupa a la comunidad», añade. Además, subraya que los vehículos que acceden a la urbanización a altas velocidades, incluso en sentido contrario, han causado atropellos de mascotas. Generan un peligro constante para los residentes».

Palmeras muertas y fiestas ilegales

El abandono de la zona afecta también a los espacios verdes y recreativos. «Las palmeras están secas y mueren lentamente. Los jardines y el parque infantil muestran signos de deterioro», especifica Suárez, que añade a la lista de peticiones «ignoradas» cercos metálicos para proteger las palmeras de roedores.

Otro problema denunciado se refiere a problemas eléctricos, «con caídas de tensión, provocadas por conexiones ilegales en propiedades ocupadas. Han dejado a los vecinos sin suministro durante horas, poniendo en riesgo la salud de los que dependen de equipos médicos». Alerta que estas propiedades, «utilizadas ocasionalmente para fiestas, se han convertido en un foco de conflicto».

La asociación ha recurrido a la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural (ACPMN), denunciando «la ocupación ilegal de terrenos rústicos y la microparcelación prohibida por la legislación vigente. Sin embargo- añade- la respuesta ha sido lenta y las recomendaciones se limitan a trasladar el problema al Ayuntamiento y otras autoridades».

Multas y denuncias

Por su parte, portavoces oficiales del Ayuntamiento de Agüimes responden a los vecinos que «el servicio de recogida de residuos y limpieza viaria se presta con normalidad y de forma diaria en la zona, incluyendo la recogida habitual de residuos domésticos y la actuación de un camión específico para la retirada de rebosos». Destaca que, «si bien en años anteriores la presencia de vertidos era más frecuente, en la actualidad estos episodios se han reducido notablemente y se producen de manera puntual». Aseveran que «se ha reforzado la instalación de cartelería informativa para disuadir a quienes depositan escombros, restos de invernaderos o materiales similares fuera de los lugares habilitados», recordando que estos deben trasladarse al punto limpio municipal, donde pueden ser depositados de forma gratuita con una simple acreditación de residencia en Agüimes. El vertido ilegal de residuos está sancionado por las ordenanzas municipales con multas de hasta 3.000 euros en el caso de particulares y de hasta 60.000 euros a empresas. Concluye avisando que para poner fin a estas prácticas «apelamos a los vecinos para que hagan llegar sus denuncias de manera formal al Ayuntamiento o a la Policía Local, de forma presencial o telemática si son testigos del depósito inadecuado de residuos o comportamientos incívicos, para facilitar una actuación rápida y eficaz».

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