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Acto de honores y distinciones de San Bartolomé de Tirajana

Pérez apela a la unidad y a recuperar el espíritu solidario y colectivo

El alcalde destaca el papel de los once vecinos que han contribuido al progreso del municipio desde la entrega, compromiso y generosidad

La Provincia

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San Bartolomé de Tirajana

El Centro Cultural Maspalomas se convirtió anoche en un espacio de emoción compartida, gratitud y orgullo colectivo durante la Gala de Honores y Distinciones 2025 del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Once vecinos fueron reconocidos por su trayectoria vital y su compromiso con la comunidad. Entre aplausos y recuerdos, el alcalde Marco Aurelio Pérez, que presidió el acto, definió la ceremonia como «un homenaje a lo mejor de nosotros mismos» y «un acto de gratitud a quienes hacen grande a esta Villa». Con «su esfuerzo personal y profesional, han dejado huella en la historia reciente del municipio», agregó.

En su intervención, el primer regidor apeló a recuperar el espíritu participativo y solidario que ha definido a la Villa, y subrayó la importancia de preservar la identidad común frente a los retos de un territorio en constante transformación. «Hoy reconocemos no solo a personas, sino a valores que nos definen como pueblo: la entrega, la vocación de servicio y el compromiso con los demás», afirmó el alcalde durante su discurso, ante un auditorio repleto de familiares, autoridades y representantes de la sociedad civil.

Enmarcada en el 131.º aniversario del título de Villa, la ceremonia comenzó a las 20.00 horas con la interpretación del Himno de Canarias por la Coral Maspalomas Encantada y la proyección de breves vídeos biográficos de cada galardonado.

Durante su intervención, el alcalde subrayó el valor humano sobre el material: «Este acto nos recuerda que los pueblos no se construyen sólo con infraestructuras, sino con personas que dedican su vida al trabajo bien hecho, al compromiso, la cultura, la educación y el servicio público». Insistió en que estos galardones «no premian carreras perfectas, sino vidas perseverantes, generosas y comprometidas». En ellos, afirmó, «se refleja la esencia misma de nuestra Villa: constancia, pasión y ese orgullo de pertenecer a una tierra sólida, diversa y humana».

Dedicó palabras de afecto y gratitud a los homenajeados de esta edición, a quienes calificó como «referentes éticos y morales», ejemplos silenciosos de lo que significa trabajar por los demás sin buscar protagonismo».

Comenzó con el nombramiento de Pedro José Franco López como Hijo Predilecto en reconocimiento a su labor cultural y su empeño en preservar la historia local. «Memoria viva de Maspalomas, maestro de la escena, del archivo y la palabra y su trabajo ha convertido la historia de San Bartolomé en patrimonio compartido».

Se distinguió como Hijos Adoptivos a los empresarios turísticos Theo Gerlach y Andrés Ocón Guzmán (este último a título póstumo), que fueron recogidos por sus hijas Anouchka Gerlach y Noelia Ocón Jaime, respectivamente, por su arraigo a Maspalomas Costa Canaria. Pérez recordó con emoción a Guzmán (Andy), director del Hotel Parque Tropical durante 18 años y un activo colaborador con Cruz Roja Española, «cuya generosidad, profesionalidad, entrega y contribución al desarrollo económico y humano del municipio dejaron una huella imborrable». De Gerlach afirmó ser «un empresario con su visión del turismo con valores y su compromiso con un modelo sostenible que situó Maspalomas en el mapa del turismo internacional con el Seaside Grand Hotel Residencia

El acto siguió con la entrega de las Medallas de Oro del municipio. Ángel Marrero Rivero, pionero en dignificar la profesión del barman, fundador de la Asociación Autonómica de Barmans de Canarias, «por su capacidad de unir a personas y colectivos y por elevar el nombre de San Bartolomé de Tirajana a través de la cultura y la hostelería en el ámbito turístico». La distinción a la técnica aeroespacial de la NASA Tatiana Mar Vaquero Escribano fue recibida por su madre Mercedes Escribano, que le otorgan «en reconocimiento a sus destacadas investigaciones y por su papel inspirador como referente femenino en la ciencia».

Resaltó también la trayectoria de Francisco Brazuelos Cañizares, formador de generaciones desde la Escuela Municipal de Música y alma del movimiento coral «por su entrega pasional a la enseñanza de la música y su inestimable contribución al patrimonio cultural de San Bartolomé de Tirajana». María Dolores Osés Merino, ‘Loly La Vasca’, «por su incansable, generosa y luchadora entrega y ejemplo, y su profundo amor a este municipio». El sanitario Orlando Viera Morales, miembro de la Asociación Amigos contra el Sida, «por su humanidad e incansable dedicación y compromiso con la salud y el bienestar de tantas personas en San Bartolomé de Tirajana»; la ex cónsul honoraria de Suecia en Canarias Ann Kristin Ekstrand, por «haber tendido puentes entre culturas y su incansable labor como embajadora cultural entre Suecia y San Bartolomé de Tirajana». Finalmente, la vecina de Castillo del Romeral Josefa Trujillo Abrante, «por su ejemplo cívico y su incansable entrega y labor vecinal al servicio de los demás». Tuvo un reconocimiento especial para Benito Pérez Franco, designado concejal honorario por su triple vocación de farmacéutico, servidor público y vecino comprometido.

En nombre de los homenajeados, el Hijo Predilecto, Franco López pronunció un discurso de agradecimiento, reflexión sobre el valor del compromiso ciudadano, el legado de quienes construyeron la identidad local y la necesidad de reactivar la vida cultural y social. López, que inició su trayectoria pública en 1980 y fue testigo directo del desarrollo de Maspalomas, agradeció el respaldo unánime a las distinciones de este año. «Recibir un reconocimiento del propio pueblo es algo que no se olvida. No se trata solo de una distinción sino un abrazo colectivo».

En el tramo más personal de su discurso, Franco se detuvo en sus vivencias y en las décadas de cambio que marcaron la historia reciente del municipio. Sus inicios en el Ayuntamiento en 1980, todo lo que se emprendía, se hacía por primera vez. También rindió homenaje a los jóvenes que, en los años 60 y 70, dieron vida a una efervescencia social y cultural sin precedentes. Apeló a la juventud y a las empresas locales a implicarse activamente en el futuro del municipio.

Pidió que los jóvenes se impliquen y formen parte del devenir social y cultural de su entorno más inmediato. Lo que hicimos en los años 60, y mira que eran tiempos difíciles, lo hacíamos con libertad, sin interés y sin direccionismo de ningún tipo». Advirtió del riesgo de desarraigo en los municipios turísticos y pidió la complicidad de instituciones y de fundaciones sociales y culturales de las grandes empresas para fomentar el asociacionismo y el voluntariado. «Que sean ellos los auténticos artífices, los protagonistas. Sin directrices, sin que se les tutele: libres. Totalmente libres», enfatizó. Recordó también a los que ya no están.

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