Ana Duato y Darío Grandinetti traen a Vecindario 'La Música', la historia de una despedida desgarradora
El sábado 25 de octubre, el Teatro Víctor Jara acoge esta obra de teatro dirigida por Magüi Mira y escrita por Marguerite Durás

Ana Duato y Darío Grandinetti durante su obra de teatro 'La Música'. / LP/DLP

Ella es una mujer llena de contradicciones, con miedo a perder la libertad. Él es un hombre melancólico que teme no poder superar el duelo tras la ruptura. Estas son las emociones que laten en los personajes de La Música, la obra de teatro protagonizada por Ana Duato y Darío Grandinetti que llega este sábado 25 de octubre al teatro Víctor Jara, en Vecindario.
Ambos actores se unen en el escenario para vivir un encuentro íntimo y desgarrador. Entre recuerdos, reproches, silencios y una pasión cruel, los personajes regresan al hotel en el que se conocieron para firmar su divorcio y, de paso, enfrentarse a las emociones contenidas y a las palabras que nunca se dijeron. "El no hablar, el no decir las cosas en su momento, es tan humano...", expresa Ana Duato para justificar el desastre al que están destinados estos amantes que una vez se prometieron el corazón.
Levantaron sus vidas con los mismos ladrillos con los que fabrican todas las parejas. Se casaron, formaron un hogar y, de pronto, se vieron arrancados uno del otro por la fuerza terrible de la incomunicación. Sin embargo, siguen sin entender qué les llevó a ese sufrimiento. Él quiere arrancar el dolor, aún latente, de su vida. Pero no le avergüenza exponer su pena. Darío Grandinetti promete que en el hotel, durante la última noche de este amor desesperado, los protagonistas se descubren "más a sí mismos", que a la persona de enfrente. Es en este momento en el que su personaje se da cuenta de que "no ha aceptado el final de la relación", asegura. Ella lo sabe. Sin embargo, ingenua, el personaje que encarna Duato cree que ahora es más libre, y que ha olvidado las espinas de su pena.
La actriz vuelve al teatro tras 20 años para interpretar esta obra escrita por Marguerite Durás, una novelista que se escribió a sí misma. Su teatro, su narrativa y su cine están cargados de abstracción, intimidad, feminismo y una emoción discordante. "Era una mujer con muchas contradicciones. Creía en el amor pero también en la independencia", un espíritu que la actriz identifica en la naturaleza de la mujer "fuerte," y "llena de mordidas" que interpreta.
Egoísmo y silencio
Frente a esta idea, el actor argentino no entiende el amor y la independencia como elementos inconexos. "El problema no es la independencia, sino el tipo de relación en la que se está", señala. Grandinetti no cree que para superar un amor haya que olvidarlo. En esta relación, el egoísmo es el culpable de que sus almas unidas se separen. "Piensan en sí mismos y se necesita un poco de generosidad para que las relaciones crezcan, se desarrollen y duren", razona. A la ambición, Duato suma la "gran dosis de incomunicación" que vivía la pareja desde el comienzo.
Esta historia melancólica, salpicada con pinceladas de humor, se basa en un texto "no lineal" y, por tanto, "complejo", confiesa Grandinetti. Sin embargo, añade, esto no impide el disfrute del público. Todo lo contrario, "plantea las cosas desde un lugar que puede sonar sofisticado, pero muy fácil de comprender, muy directo para el espectador". La función da saltos entre el pasado y el presente de la relación para dar a conocer los motivos de ser de cada personalidad, lo provoca que, en palabras de Duato, que “el texto te tenga amarrado".
Durante el proceso de preparación, la actriz ha disfrutado de la "empatía" desde la que su directora Magüi Mira, también actriz, les ha guiado. Es en los ensayos donde Duato se permite equivocarse o sobrepasarse. "Es el momento en el que el actor se abre en canal con sus emociones, con el personaje y con el director", relata.

Los actores con la directora y actriz Magüi Mira / LP/DLP
Grandinetti, que ha formado parte de grandes proyectos como la película Hable con ella, dirigida por Pedro Almodóvar, e incluso series como Hierro, en el teatro todavía experimenta "ese cosquilleo de sentir la ansiedad" momentos antes de que se abra el telón. La actriz, antes de salir al escenario, una vez se ha repasado los textos y calentado la voz, se olvida de Ana Duato. "Me olvido de lo que me pasa, si me duele la tripa o si me duele la cabeza", aclara.
"Todos hemos sufrido un desamor"
Ambos coinciden en la esencia cambiante que convierte al teatro en un arte efímero. Duato encuentra una emoción diferente en cada actuación, aunque repita la misma frase, interprete al mismo personaje y salga al escenario con el mismo actor. "Yo les llamo los milagros, los milagritos del momento. Y ese es el valor que tiene el teatro, que cada actuación es única”, cuenta.
Por el contrario, cuando se baja de las tablas no es que se lleve al personaje, pero sí reflexiona sobre lo que éste siente. "Piensa" en la obra y "sueña" con ella. "Vas evolucionando también y vas descubriendo cosas nuevas en un texto o en una mirada", añade. Duato está convencida de que los canarios, por su carácter "muy emocional", van a disfrutar de la función porque "todos en un momento dado, aunque no sea bajo las mismas circunstancias, hemos sufrido un desamor o hemos tenido una relación complicada". Darío Grandinetti se suma a esta idea. "Las historias de amor siempre son atractivas tengan final feliz o no", concluye.
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