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Una riña vecinal motivó el asalto con intento homicida de Guía: "Era un odio voraz, cometió los delitos entre salvas y rezos"

Arranca el juicio contra una pareja acusada de colarse en la vivienda colindante para apuñalar a su morador y a un familiar e intentar prender fuego a la propiedad

Juicio a una pareja por apuñalar a dos vecinos e intentar incendiar su casa en Guía

B.M.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Las Palmas de Gran Canaria

Una riña vecinal por no poder abrir la puerta del garaje fue el caldo de cultivo para un enfrentamiento entre dos familias de Guía que acabó con el asalto a una vivienda, un intento de incendio y dos apuñalamientos en la noche del 22 de julio de 2021. Así lo expusieron las partes este lunes al arranque del juicio contra un hombre acusado de cometer estos hechos y su pareja como presunta cómplice o cooperadora necesaria. Según el fiscal, el varón agredió a las víctimas movido por un "odio voraz" mientras expresaba "amenazas constantes, incluso con salvas y rezos".

La defensa del presunto autor, Daniel A. C., no niega lo ocurrido, ya que quedó captado por las cámaras de seguridad instaladas en la propiedad, pero ha pedido al jurado popular encargado de su enjuiciamiento que tenga en cuenta que llevaba más de ocho años en tratamiento por una esquizofrenia paranoide que, según esta parte, le hacía perder consciencia de los límites y de la fuerza que empleaba, por lo que pide la pena más baja por cada uno de los delitos que se le imputan.

Por otra parte, la letrada de Yurena F. C. sostiene que ella solo se aproximó a la propiedad para pedirle a su pareja que saliera de ahí y volviera a su vivienda porque pretendía "evitar un mal mayor", y reclama su libre absolución. El relato que mantiene es que, cuando intentó mediar, recibió un fuerte golpe en la cabeza con un palo que le hizo perder el bebé que esperaba con el acusado.

¿Cuál fue el motivo de esta salvaje agresión?

"¿Cuál fue el motivo de esta salvaje agresión?", se preguntaba el abogado de las víctimas, que centró el origen de todos los rencores en un episodio vivido casi una década atrás. La vivienda del matrimonio agredido colindaba con la de los padres de sus asaltantes y mantuvieron un pleito civil porque sus progenitores no podían abrir la puerta del garaje que daba a su propiedad. A partir de entonces, añade el letrado, se han producido múltiples daños a la propiedad y amenazas por parte de los encausados que terminaron de enturbiar la convivencia.

Declararon en la primera sesión de la vista que se sigue en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas los dos agentes de la Guardia Civil que acudieron al domicilio por un aviso de una reyerta vecinal con dos heridos por arma blanca. Al llegar, les asombró el "nivel de daños" que había sufrido la propiedad, con restos de quemaduras en el patio, áreas destrozadas y la puerta principal magullada. El personal médico se encontraba atendiendo a uno de los moradores de la vivienda y a un familiar de este que había llegado para intentar frenar el ataque, ambos con puñaladas en distintas partes del cuerpo.

"Debería haber matado a estas personas, deberían haber muerto", refirió el acusado a los agentes

Yurena F. C. se encontraba en el exterior de la vivienda con una herida sangrante en la frente y les contó a los agentes que su pareja había huido del lugar "barranco abajo" y que "no lo iban a encontrar". Peinaron los alrededores de la vivienda y lograron dar con su paradero gracias al aviso de una vecina que había visto hablando a la pareja cerca de unos matorrales, donde aún se encontraba Daniel A. C. en pleno "estado de alteración".

Según los guardias civiles, el presunto autor decía cosas incoherentes, mostraba un estado de ansiedad y lanzaba una "serie de rezos al aire". Finalmente, confesó a grandes rasgos su autoría diciendo: "Debería haber matado a estas personas, deberían haber muerto".

"Llega la hora de vuestra muerte, a sufrir"

Las imágenes de las cámaras de videovigilancia, que serán reproducidas al final del juicio, captaron cómo el acusado intentó prender fuego a la propiedad mientras entonaba un Padre nuestro con un final modificado que decía: "Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora llega la hora de vuestra muerte, a sufrir". Mientras tanto, le instaba a su pareja a seguirle: "Que reces, coño, que reces".

El fiscal César Casorrán pide 21 años y 10 meses de cárcel para Daniel A. C. por estos hechos, mientras que el letrado de la familia, Yeray Figueras, eleva su petición a 36 años y dos meses de cárcel. Su pareja, Yurena F. C., afronta entre 10 años y tres meses y 17 años y tres meses de cárcel, respectivamente.

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