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"Temí por nuestras vidas porque estaban idos", declaran las víctimas del asalto con intento homicida de Guía

La familia que sufrió un ataque "terrorífico" en su vivienda pensó que iba a morir quemada al verse atrapada presuntamente por la pareja

Los acusados, de espaldas a la derecha, este martes en el juicio escuchando la declaración de uno de los agentes que intervino.

Los acusados, de espaldas a la derecha, este martes en el juicio escuchando la declaración de uno de los agentes que intervino. / B. M.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Las Palmas de Gran Canaria

"Temí por las vidas de todos porque estaban idos", ha asegurado este martes una de las víctimas del asalto con intento homicida que sufrió una familia de Guía y que se saldó con un conato de incendio y dos apuñalamientos en la noche del 22 de julio de 2021. Los testigos describieron en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Las Palmas un panorama "terrorífico" que, sumado a las amenazas y rezos que escuchaban desde el exterior de la finca y al gran volumen de humo que les asfixiaba, les hizo creer que iban a morir atrapados por las llamas.

El caso sienta en el banquillo a Daniel A. C. como presunto autor de los hechos y a su pareja Yurena F. C. como cómplice, según la Fiscalía, o cooperadora necesaria, como sostiene la acusación particular. El primero afronta penas que van desde los 21 hasta los 36 años de prisión y la segunda de entre 10 y 17 años de cárcel, con una responsabilidad civil que asciende hasta los 120.000 euros.

Las víctimas fueron los vecinos de la vivienda colindante de la calle Ingenio Blanco, un matrimonio que en los meses previos había presentado hasta seis denuncias por la situación de "acoso" que estaba sufriendo. Veían al principal sospechoso merodeando los alrededores de la propiedad, rompiendo las plantas de la entrada o bien subiendo la celosía para observar lo que ocurría en el interior de su domicilio. Antes de eso, el único resquemor se debía a un juicio que mantuvieron sus padres una década atrás por un garaje que se pisaba con sus terrenos.

"Me da la sensación de que se ofuscaron y fueron a por nosotros. No tiene explicación", asegura el matrimonio

"Me da la sensación de que se ofuscaron y fueron a por nosotros. No tiene explicación", aseguró el morador de la vivienda. Como la situación iba escalando de intensidad, decidieron instalar hasta tres cámaras en la propiedad para vigilar la casa, las cuales permitieron grabar las imágenes y el audio del ataque que sufrieron esa noche.

Parecía una velada tranquila, el matrimonio había quedado a cenar con sus hijos y estos ya se habían marchado. Sobre las once, sin embargo, vieron cómo se encendían las luces del exterior debido a los sensores de movimiento que habían instalado en el patio, aunque en un principio no temieron nada malo porque a veces se activaba cuando pasaba un ratón o un gato por delante y se apagó poco después.

Seis puñaladas

Sin embargo, la entrada volvió a iluminarse. El morador agarró un palo y salió al exterior, donde se encontró de frente a su vecino con un cuchillo en la mano. "Llevaba una camisa blanca y, cuando me quise dar cuenta, era roja", describió la víctima, que después de sufrir seis puñaladas, la más grave en el pecho, volvió como pudo a la vivienda, donde se encontró a su mujer: "Me estaba desangrando y sabía que la siguiente podía ser ella".

Llamaron hasta en dos ocasiones al 112 para pedir ayuda, mientras escuchaban cómo desde el exterior Daniel A. C. los amenazaba de muerte: "Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora llega la hora de vuestra muerte, a sufrir". Su pánico no hizo más que aumentar cuando empezó a entrar por la rendija de la puerta el humo proveniente de los distintos focos encendidos a la puerta de su casa. Debido a lo desesperado de la situación, decidieron llamar a sus cuñados, que vivían a tres kilómetros de distancia.

Sus familiares, una de las cuales es enfermera, no dudaron en meterse en el coche para llegar a tiempo de curarle las heridas, pero el vehículo fue frenado unos metros antes por la pareja. "Él iba con un cuchillo y ella con un destornillador", relató su cuñado, que salió del vehículo para intentar continuar el paso, mientras de fondo se escuchaban los gritos de auxilio del matrimonio. Su mujer aprovechó la distracción para arrancar el coche, llegar a la vivienda, apagar cómo pudo las llamas de la entrada y auxiliar al apuñalado.

Debido a la angustia, decidieron llamar a sus cuñados, que lograron apagar las llamas pero uno terminó herido

Mientras tanto, su pareja se vio envuelta en un forcejeo con el presunto autor de los hechos y, cuando se quiso dar cuenta, recibió una cuchillada en el pecho, que según los médicos que le atendieron habría acabado con su vida si no hubiera chocado con una costilla. No podía salir de ahí porque estaba acorralado y fue su cuñado quien sacó fuerzas, salió del domicilio y le ayudó a quitarle el cuchillo y reducirlo en el suelo. Según su relato, tuvieron que volver a huir porque la pareja de su vecino se acercó a ellos con un destornillador en la mano. En ese momento, empezaron a ver las luces de los coches de la policía.

"Ha cambiado la vida de todos nosotros, ha sido muy difícil asumir eso", incidió uno de los perjudicados. Desde entonces, cuentan que no desaparece la sensación de alerta y de pánico, que se vio agravada cuando el acusado quedó en libertad condicional debido a la esquizofrenia paranoide que padece y de la que se encuentra en tratamiento.

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