El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa Monzón, ha mostrado hoy su pesar por el fallecimiento del siempre querido y admirado profesor Marcelino de Cisneros García, Hijo Adoptivo de la Ciudad y propulsor de la creación y puesta en marcha del antiguo Colegio Cardenal Cisneros, que forma parte ya de la historia cultural y educativa de este municipio.

A don Marcelino Cisneros se le recuerda con mucho cariño y admiración en esta Ciudad, pues fue profesor y "alma máter" de este centro educativo cuya sede estuvo en las actuales oficinas municipales, sobre la Recova, y por el que pasaron muchos jóvenes de este municipio para la enseñanza del bachillerato y también donde se les preparaba para que pudieran enfrentase a los exámenes de bachiller y las antiguas reválidas. El Ayuntamiento de Gáldar distinguió a esta institución con la Medalla de Oro de la Ciudad en 2018.

El profesor Cisneros falleció el pasado 26 de julio en la ciudad de Salamanca. Nacido en la villa marinera asturiana de Luarca, fue un profesor ejemplar, defensor acérrimo del estudio de la filosofía y junto a una amplia generación de profesores de este municipio y comarca, formó parte de la historia educativa y de la memoria colectiva de esta Ciudad.

En su regreso a Gáldar en 1997 se le nombró Hijo Adoptivo y Pregonero de las Fiestas de Santiago de ese año. Fue el mejor regalo que le hizo esta Ciudad, "una distinción que constituye una nueva partida de bautismo que me hacen nacer nuevamente para honrar a Gáldar y sus habitantes". Sin duda se sentía ligado a Luarca, la ciudad en la que nació, y a Gáldar "la ciudad en la que pude realizar la primera de las metas como parte de mi autorrealización, la fundación de un colegio para la formación de niños y adolescentes, como yo fui ayudado en mi orfandad por los frailes de la Orden de la Merced", declaró en aquella ocasión.

Teodoro Sosa en nombre de la Corporación Municipal y de la Ciudad de Gáldar ha dado traslado de sus condolencias a su familia por la pérdida de un hombre que trabajó con todo su amor y su profunda vocación docente por el crecimiento humano y formativo de tantos jóvenes galdenses. D.E.P.