¿Sabes cuántas vidas puede tener una botella de plástico? :: Prensa Ibérica para Grupo Pascual

¿Sabes cuántas vidas puede tener una botella de plástico?

Todos podemos contribuir a la economía circular realizando un consumo responsable. Pascual ha presentado su ‘Compromiso Bezoya’ con 5 iniciativas para cuidar el medioambiente

Gema Carrasco


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Una botella de plástico puede tardar tan solo 60 días en convertirse en una botella nueva. Reciclar las botellas de plástico PET es importante en la lucha contra la contaminación ya que son 100% reciclables. Además, este material está certificado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), por lo que es el único plástico que una vez reciclado puede tener uso alimentario. La compañía de agua mineral Bezoya ha anunciado que todas sus botellas de 330 y 500 ml ya están elaboradas con 100% plástico reciclado. Cada paso cuenta en el reto de la sostenibilidad. Por ello, cada vez que echamos una botella al contenedor amarillo estamos contribuyendo, no solo a que tenga una segunda vida, sino también a que se ahorren materias primas, agua y energía, así como a reducir las emisiones de CO2, lo que está directamente ligado con un aire más limpio.

Como sociedad cada vez reciclamos más y reciclamos mejor. Javier Peña, director de Aguas de Pascual, advierte que “debemos salir de la sobreexplotación a la que estamos sometiendo al planeta y gestionar cada vez mejor los residuos que generamos”. Según un reciente estudio, el 80% de los consumidores creen que los temas relacionados con la sostenibilidad son relevantes y el 44% afirma haber dejado de comprar productos de marcas que no consideran sostenibles. En este sentido, Javier Peña augura que “todos los proyectos que transmitan legitimidad, honestidad y aporten confianza son los que van a mantener a las marcas eternas en el mercado”.

Compromiso Bezoya

Según el último informe de Nielsen, Bezoya es el agua líder en el mercado Y “como líderes tenemos que impulsar el modelo de economía circular”. Con el objetivo de ‘Dar lo mejor para para el futuro de la alimentación’, Pascual ha presentado su ‘Compromiso Bezoya’ donde integra 5 iniciativas de la marca para cuidar el medioambiente y favorecer a la economía circular.

El origen: cuidamos la biodiversidad

Bezoya preserva la biodiversidad del entorno de su manantial, situado a 1.900 metros de altura en la Sierra de Guadarrama. Un entorno natural protegido, reconocido jurídicamente como Parque Nacional y que forma parte de la Red Natura 2000, el instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea.

El agua de Bezoya nace de la propia naturaleza y llega a los hogares sin entrar en contacto con el exterior. Es un agua pura desde su origen, no está sometida a procesos de desinfección. La lluvia, la montaña y la gravedad son los unidos que intervienen en el proceso. Bezoya es un agua mineral natural de mineralización muy débil con gran pureza y muy bajo residuo seco 27mg/l.

Javier Peña, director de Aguas de Pascual

”La ventaja del rPET es que es un plástico 100% reciclable para uso alimentario y a su vez se puede volver a reciclar”

Envasado sostenible

Para Pascual es importante llevar el negocio de forma ética, teniendo en cuenta el impacto ambiental. Es por ello que apuestan por la construcción de plantas sostenibles, el uso de energía de origen renovable y trabajan para dar una segunda vida a los residuos, a la par que fomentan la economía local.

La nueva planta de Ortigosa del Monte está edificada teniendo en cuenta como ejes vertebradores la calidad, sostenibilidad y el respeto al entorno, unidos a la máxima eficiencia energética. El 100% de la energía eléctrica utilizada en sus plantas proviene de fuentes de origen renovable y el 100% de residuos generados en ellas tienen una segunda vida. Además, fomentan la economía local apostando por proveedores locales españoles.

Bezoya lanza las botellas de plástico 100% reciclado

Producto: envase más sostenible y con menos impacto

Desde el departamento de I+D+i trabajan para buscar soluciones innovadoras que cuiden el planeta a la hora de embalar sus productos. “Desde nuestros orígenes siempre ha estado en el ADN de nuestra compañía una sensibilidad muy especial en cuidar el medioambiente y hemos procurado estar siempre a la vanguardia”, explica Javier Peña. El reto de Bezoya es convertirse en la marca de agua más responsable del mercado.

Ahora mismo todas las botellas de agua de la marca de 330 y 550 ml están hechas en 100% plástico reciclado y a lo largo de 2020, todas las de 5 litros estarán elaboradas con rPET y el 50% de las de 1,5 litros. El compromiso de Bezoya es que para 2022 todas sus botellas se hagan con plástico reciclado. Javier Peña advierte que “la ventaja del rPET es que es un plástico 100% reciclable para uso alimentario y a su vez se vuelve a reciclar”. De esta forma, podemos darles infinitas vidas a las botellas de plástico. “Siempre hemos tenido interés en tener envases con menos carga de plástico”, resalta.

El uso de plástico reciclado también implica una reducción de emisiones equivalente al consumo de 4.095 vehículos diésel durante un año o 1.243 veces la vuelta al mundo en coche. Javier Peña nos explica que desde Pascual están trabajando por calcular la huella de carbono de cada uno de sus productos, pero “necesitamos que se valide cierta metodología para que todos podamos usarla”.

Movilidad sostenible

Otro de los ejes del compromiso de la marca es la descarbonización del transporte. Toda su flota cuenta con la certificación Ecostars 5 estrellas. Desde el pasado año cuentan con una flota comercial de 500 vehículos cero emisiones que reducirán sus emisiones de CO2 un 25%, los Óxidos de Nitrógeno un 65% y las de partículas en más de un 40%.

En 2014 incorporaron a su flota de distribución capilar las primeras furgonetas 100% eléctricas y posteriormente incorporaron vehículos de reparto híbridos.

Reciclaje: cerramos el círculo

La empresa está comprometida con el reciclaje desde hace 24 años, cuando fue una de las empresas fundadoras de la Empresa Pública Ecoembalajes, hoy Ecoembes, con la que colabora actualmente en el proceso de recogida selectiva y recuperación de residuos de envases. Gracias a esta labor de reciclaje, se ahorran 21.030 toneladas de CO2.

Ahora los consumidores deben aportar su granito de arena en la cadena de reciclaje y saber donde tienen que poner el envase una vez consumido el producto. “Si estás concienciado vas a dar mucho más de ti para que se produzca y genere ese círculo virtuoso”, afirma Peña.