Mil investigadores trabajan por reducir el daño del tabaco
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Cerca de mil investigadores trabajan para reducir el daño asociado al hábito de fumar

Químicos, biólogos, ingenieros y otros expertos científicos llevan años trabajando en el diseño de alternativas menos nocivas que los cigarrillos.

Y tras aplicar las últimas innovaciones tecnológicas, han colaborado en el desarrollo de una serie de productos que, al eliminar la combustión, evitan la generación de humo. La ausencia de humo es el punto de partida y un aspecto clave para hacer CombustiOff, porque su inhalación es la principal causa de enfermedades asociadas al hábito de fumar, debido a las sustancias químicas dañinas que se generan al quemar el tabaco.

Investigación científica multidisciplinar

La creación de alternativas sin humo, principalmente los dispositivos de calentamiento de tabaco, llevan tras de sí un largo proceso de investigación y desarrollo que supera los diez años de esfuerzo. Empresas como Philip Morris International han realizado una inversión muy significativa en recursos para ello, incluyendo el trabajo de más de 980 científicos, ingenieros, técnicos y personal de apoyo a lo largo de los últimos 14 años.

De esta forma, profesionales especialistas de unas 30 disciplinas científicas como biomedicina, farmacología y toxicología, han estudiado las formas de reducir los daños asociados al hábito de fumar. Junto a ellos ha colaborado otro grupo de ingenieros especializados en materiales, entre otras cuestiones, para diseñar los dispositivos de calentamiento. Y todos ellos apoyados por una red de colaboradores de investigación y tecnología distribuidos entre más de 30 puntos de la geografía mundial.

La investigación es uno de los pilares de la transformación de la empresa

En estos proyectos, la empresa ha invertido más de 9.000 millones de dólares destinados a programas de investigación científica y desarrollo de productos libres de humo (en especial, en la tecnología de calentamiento de tabaco), con el objetivo de crear mejores alternativas en comparación con el cigarrillo, destinadas a aquellos fumadores adultos que, de otra manera, mantendrán el hábito.

Innovación para transformación del sector del tabaco

Todos estos esfuerzos se han hecho realidad a través de las más de 4.600 patentes concedidas sobre productos sin humo, y más de 6.300 solicitudes pendientes. Además, se ha destinado parte de este esfuerzo, económico y tecnológico, en la reconversión y transformación de las fábricas de cigarrillos, para que cuenten con la tecnología necesaria que permita dar el salto a la fabricación de nuevas alternativas libres de humo.

Y aunque estos nuevos productos no están exentos de riesgo y con su uso se inhala nicotina , las alternativas libres de humo cuentan con el respaldo científico sobre el potencial que tienen para reducir la exposición a sustancias químicas dañinas, al evitar la combustión.





Medir el impacto con el objetivo de reducir el daño asociado al hábito de fumar

En el caso de los dispositivos de calentamiento de tabaco, su impacto en el organismo de quien lo consume se ha estudiado a través de programas de evaluación científica basados en estándares internacionales como las prácticas utilizadas por la industria farmacéutica.

Incluso a una temperatura de 400º C, empieza el proceso de combustión del tabaco que genera humo.

La mejor opción que puede tomar un fumador adulto es dejar de consumir productos de tabaco o con nicotina por completo. Sin embargo, los datos indican que muchos no lo harán, por lo que es importante que tengan acceso a información veraz sobre alternativas sin humo que la evidencia científica demuestra que, aunque no son inocuas, son una mejor opción a continuar fumando cigarrillos.

En el caso concreto de EE.UU. la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU. (FDA), la agencia gubernamental responsable de proteger la salud pública tomó una decisión histórica sobre un producto de calentamiento de tabaco, autorizando su comercialización como un “Producto de Tabaco de Riesgo Modificado” (“MRTP”, por sus siglas en inglés), con un mensaje de exposición reducida. Concretamente, tras haber revisado la totalidad de la evidencia científica disponible, la FDA ha concluido que este producto es fundamentalmente diferente en comparación con los cigarrillos, señalando que: Los estudios científicos han demostrado que cambiar totalmente de cigarrillos convencionales a este producto reduce significativamente la exposición de tu cuerpo a sustancias químicas dañinas o potencialmente dañinas.

En países como como Suecia o Japón una gran parte de la población fumadora adulta ha dejado de consumir cigarrillos de combustión para pasarse a otras alternativas sin humo. En concreto, desde que en 2016 se lanzaran los productos de calentamiento de tabaco en Japón, este país vio como la tasa de fumadores de cigarrillos experimentaba una disminución anual del 9.5%, según un análisis realizado por la Sociedad Americana del Cáncer3 , entre 2016 y 2018.

Todos estos ejemplos demuestran el potencial que tienen este tipo de productos libres de humo para favorecer la transición de fumadores adultos que de otra forma continuarían fumando cigarrillos (la forma de consumo de tabaco más nociva que existe) a mejores alternativas.

1La nicotina es una sustancia adictiva presente de manera natural en la hoja de tabaco. Aunque no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, no es inocua y está contraindicada para determinados perfiles (menores, embarazadas, lactantes, diabéticos, personas con hipertensión o insuficiencias cardiacas).

3 M Stoklosa et al, “Effect of IQOS introduction on cigarette sales: evidence of decline and replacement,” Tobacco Control (17 June 2019), all researchers from the American Cancer Society.