Las compañías farmacéuticas están llamadas a jugar un papel crucial en la recuperación económica y social de España, perfilándose como un sector clave por su capacidad de crear empleo de calidad y su efecto arrastre en I+D
La industria farmacéutica, como se ha comprobado durante la pandemia de coronavirus, se está convirtiendo en uno de los motores de las economías desarrolladas, generando una relevante contribución en términos de empleo y valor añadido, no solo de manera directa, también de manera indirecta a través del efecto arrastre sobre otros sectores económicos.
El sector de alta tecnología que más empleo genera
Tal como recoge el informe “El valor del medicamento desde una perspectiva social 2021” realizado por la Fundación Weber Salud, con el apoyo de Farmaindustria, en materia de empleo la industria farmacéutica genera empleo de manera directa a 45.216 personas. Se trata del sector de alta tecnología que más empleo genera con un 47% del total, seguido del sector de productos informáticos, electrónicos y ópticos (28%) y del sector aeronáutico (25%).
Además, es un sector referente en empleo femenino: más de la mitad de los puestos de trabajo (el 52%) están ocupados por mujeres, frente a solamente un 26% en la industria manufacturera general. El aumento de las contrataciones en este sector es una constante desde hace una década.
El informe estima que, en Europa, por cada empleo directo generado por la industria farmacéutica se generan 2,9 empleos adicionales (1,2 indirectos y 1,7 inducidos). En España este efecto es aún más acentuado, ya que para cada empleo directo se generan 4 empleos más (1,5 indirectos y 2,5 inducidos).
Efecto arrastre en producción y exportación
Las compañías farmacéuticas conforman un sector industrial de alta generación de valor añadido y de valor de producción que cuenta además con un importante efecto arrastre sobre otros sectores económicos interrelacionados. Se estima que actualmente existen en España unas 366 empresas fabricantes de productos farmacéuticos, que generan un valor añadido cercano a los 5.000 millones de euros, un 3,3% del total generado por la industria manufacturera.
Además, el sector farmacéutico es uno de los más productivos de entre todos los sectores de las industrias manufactureras, solo por detrás de los sectores de coquerías y refino de petróleo y del de tabaco, y superando a sectores como el químico, aeronáutico, metalúrgico, papel y maquinaria.
En cuanto a la producción, la industria farmacéutica en España produce medicamentos por un valor cercano a los 15.000 millones de euros, con un promedio de crecimiento anual constante del 2,3%. Además, y al igual que ocurre con el empleo, la producción del sector tiene un importante efecto arrastre en otros sectores. Cada euro en producción de la industria farmacéutica en nuestro país genera entre 1 y 2 adicionales en otros sectores.
Al mismo tiempo que la industria farmacéutica contribuye a la creación de empleo y consigue un efecto arrastre en otros sectores gracias a su producción, también es un sector que favorece la competitividad exterior mediante exportaciones e importaciones. Las exportaciones de las compañías farmacéuticas radicadas en el país crecen desde el año 2005, y en 2020 batieron su récord al sumar 12.777 millones de euros. Esto ha propiciado que el peso relativo de las exportaciones sobre el total del sector manufacturero aumente cada año y ya suponga el 4,9% de todas las exportaciones. El medicamento es ya el cuarto producto más exportado en España.
Referencia en inversión en I+D
La inversión en I+D, por otro lado, sigue siendo la gran seña de identidad de este sector en España. La industria farmacéutica se caracteriza por su alta intensidad en I+D, dado que la llegada de nuevos medicamentos no es posible sin una gran inversión previa en investigación. Durante los últimos 20 años, según recoge el informe, la inversión del sector farmacéutico en I+D+i ha aumentado a un ritmo medio del 7% anual, un crecimiento muy superior al producido en el total del sector industrial, que aumentó sólo un 2% medio anual. Así, la inversión en investigación y desarrollo de medicamentos de las compañías farmacéuticas en España alcanzó en el año 2019 los 1.211 millones de euros, lo que supone un nuevo récord histórico y la confirmación de la tendencia creciente de esta partida en los últimos años.
Esta cifra de inversión supone el 18,9% del total de la inversión que en este capítulo hace toda la industria en España, solo superada por el sector del automóvil, con un 23%.
Esto no hace más que confirmar a la industria farmacéutica como un sector que impulsa al resto del tejido empresarial, adquiriendo una crucial importancia en un momento como el actual, en la que la reactivación de la economía es más necesaria que nunca.