Una sólida red: las claves del vertiginoso salto adelante en la digitalización :: Prensa Ibérica para Telefónica

Una sólida red:
las claves del vertiginoso salto adelante en la digitalización

Telefónica asegura que la crisis sanitaria está acelerando el viaje hacia la transformación digital, que, junto con la sostenibilidad, se han convertido en las dos revoluciones de nuestro tiempo

Instalaciones de Telefónica.


La pandemia actual ha obligado a trasladar muchos de los aspectos de la vida personal y laboral al espacio virtual, está siendo la prueba de fuego de la conectividad y ha propiciado un salto adelante vertiginoso en el proceso de transformación digital. En esta coyuntura, la digitalización, junto con la sostenibilidad, protagonizan las dos revoluciones de nuestro tiempo. Son las aliadas no solo necesarias, sino imprescindibles, de la recuperación económica y, en ellas, las redes de telecomunicaciones desempeñan un papel crucial.

'El mundo ya ha cambiado y no volverá a ser como antes'

José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica S.A.
José María Álvarez-Pallete, Presidente de Telefónica.

El año 2020 será recordado como el del coronavirus, un tiempo en que aprendimos que cuidarnos significa cuidar al otro, a abrazarnos llevándonos la mano al corazón, a mantenernos unidos, divertirnos, ser eficaces y trabajar en equipo desde la distancia. Será, en definitiva, el año que marcó un antes y un después en todos los ámbitos de nuestra vida.

Soluciones de conectividad

El tiempo de confinamiento ha puesto en jaque a la economía y a la sociedad, sembrando el camino de obstáculos que nos han obligado a poner en práctica nuevas fórmulas para mantener la actividad a todos los niveles. Como consecuencia la pandemia está suponiendo un acelerón en el proceso de transformación digital en ámbitos como el de la salud, la educación, la empresa, el comercio o el entretenimiento. Ha llevado a la sociedad, en unos pocos meses, al lugar que al ritmo de crucero normal se habría tardado algunos años en alcanzar.

Desde aquellos primeros días de encierro domiciliario ya se hizo patente el papel crucial de las redes de telecomunicaciones para dar respuesta a una necesidad extrema de conectividad: millones de estudiantes de todas las edades siguiendo las clases en su habitación, cientos de miles de personas abriendo oficina en casa, haciendo la compra a distancia, descubriendo a la fuerza las posibilidades de la e-health, asistiendo a reuniones y eventos virtuales, reclamando 24 horas de ocio on line y hasta tomando las cañas del domingo a través de las diferentes apps. En esta difícil coyuntura, fuentes de Telefónica confirman que España ha sido el único país que no ha tenido problemas de conectividad para hacer frente a un aumento de la demanda de ancho de banda de casi un 40%, a un crecimiento del tráfico de datos del 50%, y a un crecimiento de la voz móvil del 25%.

Y la red aguantó gracias a su fortaleza: 'Ese fue el principal objetivo de Telefónica desde el primer minuto de la crisis: asegurar la conectividad para que la red de telecomunicaciones operara a pleno rendimiento, de una manera fiable, estable y segura. El Grupo realizó la misma labor en todos los países donde opera, esmerándose por dotar a sus redes de la capacidad suficiente para absorber los picos de máxima exigencia', asegura la operadora.

Han sido las duras condiciones del confinamiento y las restricciones posteriores las que han demostrado la calidad y fiabilidad de las redes: 'Una red fuerte y sólida de más de 1,6 millones de kilómetros de fibra que sirve a 14 países. Una red que es fruto de una cuantiosa inversión de más de 8.000 millones de euros anuales en despliegue tecnológico. Una inversión enmarcada en una planificación estratégica cuyo resultado ha demostrado ser crucial en los últimos meses', informa Telefónica.

España, la mejor fibra óptica de Europa

En el informe Sociedad Digital en España 2019, de la Fundación Telefónica, se señalan dos hitos importantes: que el acceso a internet en España ya es generalizado (nueve de cada diez españoles ya son usuarios de internet) y que la conexión a las redes en nuestro país es ultrarrápida, tres de cada cuatro hogares tienen cobertura de fibra óptica. Este grado de penetración sitúa a España como líder europeo en despliegue de fibra óptica hasta el hogar o las instalaciones (FTTP o FTTH) de toda la UE, muy por delante de potencias como Alemania, Francia o Reino Unido.

Que España tiene la mejor red de internet de alta velocidad de Europa lo confirman también los datos del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, desde donde se afirma que 'el 94% de la población cuenta con cobertura de banda ancha de 30 Mbps, mientras que las redes ultra rápidas de más de 100 Mbps llegan al 84%'.

El Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI), en el que la Comisión Europea evalúa desde 2014 los avances digitales de los Estados miembros, corrobora que España se sitúa cuatro puntos por encima de la media europea, por delante de países Alemania, Francia o Italia, pero lejos todavía de los líderes: Dinamarca, Suecia, Finlandia, Países Bajos y Reino Unido.

Hay que destacar que hay dos factores en los que España se desmarca muy por encima de la media: uno es el de los servicios públicos digitales y el otro es la conectividad. 'España es uno de los países con mejores resultados en el despliegue de redes de muy alta capacidad, así como en la implantación de conexiones de banda ancha ultra rápida de al menos 100 Mbps. El despliegue se debe a las inversiones comerciales realizadas por varios operadores de telecomunicaciones; a un marco reglamentario centrado en apoyar los despliegues mediante un acceso regulado efectivo y obligaciones de acceso diferenciadas desde el punto de vista geográfico; y a una ambiciosa estrategia nacional que concede subvenciones a zonas rurales y escasamente pobladas', apunta el informe DESI.

Nuestro país, tal y como confirma la evaluación de la Comisión Europea, está particularmente bien situado por lo que respecta a las redes de muy alta capacidad. El despliegue de redes de fibra óptica (FTTP) sigue siendo una característica importante del mercado digital español, con una cobertura del 80% de los hogares, muy por encima de la media de la UE del 34%. A pesar de las diferencias todavía existentes entre las zonas urbanas y rurales, la cobertura de redes de fibra óptica en las zonas rurales en España alcanza el 46% de los hogares, significativamente por encima de los índices de cobertura tanto rural como total de la UE (21% y 34%, respectivamente).

Fuente: Telefónica.

Empuje sostenible

Una parte mayoritaria del despliegue de fibra óptica, que sitúa a España en posición de ventaja de cara a la transformación digital de la economía, es resultado de la estrategia y visión de futuro de Telefónica. La compañía española es líder en fibra en Europa y Latinoamérica con más de 131 millones de unidades inmobiliarias pasadas con fibra óptica de alta velocidad a finales del mes de septiembre.

Con sus redes en evolución, se alía con la otra revolución de nuestro tiempo, tan necesaria y urgente como la digital: la revolución verde. La fibra no solo constituye el medio de transmisión de información por excelencia, sino que es un 85% más eficiente energéticamente que el cobre, su predecesor. Solo en los últimos cuatro años, ha permitido ahorrar 346 GWh, lo que supone evitar la emisión a la atmósfera de 93.297 toneladas de CO2, equivalente al carbono capturado por 1.543.000 árboles. Digitalización y sostenibilidad van de la mano: la tecnología, la conectividad avanzada y las redes de alta capacidad son claves para la descarbonización de los diferentes sectores, para facilitar la eficiencia y hacer más ecológicas nuestras economías.

Retos de futuro

La Agenda España Digital 2025 presentada en el mes de julio por el Gobierno traza una hoja de ruta que tiene por objetivo 'relanzar el crecimiento económico, reducir la desigualdad y aumentar la productividad'. El avance digital se articula en torno a torno a cuatro ejes de acción: el despliegue de redes y servicios para la conectividad digital; la digitalización de la economía; la mejora de la Administración electrónica, y la formación en competencias digitales.

El documento citado apunta: 'Aunque el avance ha sido importante en todos los ejes, el énfasis inversor público y privado ha estado claramente centrado en la extensión de las redes físicas de telecomunicaciones', y añade que, precisamente como resultado de esos programas, España cuenta con una red de infraestructuras digitales entre las mejores del mundo, lo que la coloca en una posición muy favorable para abordar las siguientes fases del proceso y las asignaturas aún pendientes.

Para Telefónica, esta realidad precipita el cambio de escenario que ya estaba en marcha: 'Nos ha puesto de frente y a la fuerza ante la necesidad de abordar los retos todavía pendientes en el proceso de digitalización para exprimir al máximo las posibilidades del nuevo paradigma económico que viene de la mano de la tecnología y la conectividad. Acortar todavía más la brechas digitales entre las áreas rurales y urbanas; impulsar la capacitación digital de toda la sociedad (trabajadores, empresarios, alumnos, profesores…) y apoyar la digitalización de las empresas, reorientando el modelo productivo hacia una economía más resiliente y sostenible, aumentando la productividad, pero mejorando también el bienestar y la inclusión'.

Pacto digital

Con el objetivo de aprovechar el potencial de esta revolución en marcha para mejorar la calidad de vida y bienestar de las personas y generar riqueza, Telefónica ha presentado su propuesta para un Pacto Digital, una carta de navegación para el nuevo mundo digital. En él promueve el establecimiento de unas reglas del juego adaptadas a la nueva realidad post Covid para evitar las desigualdades en el mundo digital, fomentar el acceso a la conectividad de nueva generación y a la protección de los derechos humanos frente a las amenazas tecnológicas.

El Pacto Digital se configura en un tiempo que Telefónica entiende de compromiso y de servicio por lo que apuesta por impulsar la digitalización completa de España, de tal manera que en 2025 la fibra óptica cubra el cien por cien del país, y se avance de manera decidida en la implantación de la tecnología 5G.

'Ésta es la primera Revolución Industrial que encuentra a nuestro país no solo preparado, sino a la vanguardia. Es hora de acometer una verdadera transición digital, y ya no basta con adaptarnos: hay que anticiparse y liderar esa transformación. Debemos estar listos para aprovechar la mano tendida que nos ofrece Europa. El compromiso de Telefónica con el futuro digital de España es definitivo'

José María Álvarez-Pallete