Una empresa danesa y otra alemana han adquirido recientemente en la Isla unos 19.000 kilos de cochinilla (insecto del que se extrae el ácido carmínico, un preciado colorante natural) a la Sociedad Cooperativa Agrícola Guatiza-Mala, que aglutina a unos 150 productores.

La venta de cochinilla llevaba paralizada en la Isla "trece años", apuntó ayer el presidente de la cooperativa, Amalarico González, quien espera que este repunte en la comercialización de parte del stock aún pendiente, anime a los agricultores lanzaroteños a recuperar el cultivo. Eso sí, "no a cualquier precio", apuntó González.

La fuerte competencia de los productores latinoamericanos de cochinilla, con grandes producciones y a precios más baratos que los del mercado insular, rebajó de forma considerable el valor de la cosecha obtenida en la Isla, por lo que los cosecheros de Mala y Guatiza, las dos localidades lanzaroteñas que aglutinan las mayores extensiones de tuneras, optaron por almacenarla. En épocas boyantes del sector, el coste de un kilo en el mercado llegó a pagarse a 90 euros, 40 más de la cantidad por la que se ha adquirido ahora, "entre 48 y 50 euros el kilo", dijo González.

Esa cifra es superior "a los 15 dólares (unos 11 euros) que están ofreciendo en América Latina por un kilo de cochinilla de menor calidad que la de aquí", apuntan desde la cooperativa.

El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, presentó la pasada jornada las instalaciones del centro de transformación de la cochinilla, ubicadas en Mala, a la cooperativa Guatiza-Mala; la Asociación Milana, que ejecuta desde hace varios años un proyecto para rescatar el cultivo y desarrollar nuevas aplicaciones, como la obtención de tintes para ropa y complementos; y a Daniel Lasso y Mercedes Fajardo, responsables de la marca comercial www.lanzarotenatura.com, que comercializa, entre otros productos, un aceite extraído de las hojas (palas) de las tuneras para uso cosmético, entre otros asistentes.

"Esta fábrica que dará valor añadido a la cochinilla", dijo San Ginés, "puede ser un elemento que tire de la producción en la Isla junto con la coyuntura internacional que ha propiciado que en los últimos meses se hayan vendido en torno a 19.000 kilos".