El ministerio fiscal no contempla, salvo que aparezcan nuevos datos, acusar a Iñaki Urdangarín, duque de Palma e investigado en el caso Palma Arena, de delito alguno por el dinero que su "grupo" de empresas Nóos recibió de grandes empresas y entidades privadas, no así de las Administraciones públicas.

Ninguna de estas sociedades ha formulado, de momento, denuncia por supuesta estafa contra Urdangarín, Torres o el resto de implicados en la pieza separada secreta del Palma Arena. Las pesquisas realizadas por la Agencia Tributaria, el Grupo de Delitos Económicos de la Policía de Palma y la fiscalía anticorrupción de Baleares han revelado que el ramillete de asesorías, asociaciones, fundaciones e institutos vertebrados en torno a la figura de Iñaki Urdangarín facturó, entre 2003 y 2007, varios millones de euros a grandes compañías. Entre las entidades que contrataron al conglomerado Nóos destacan Ford, Toyota y Volkswagen, Iberdrola, Bancaja, los clubes de fútbol Villarreal y Valencia, Roig Grupo Corporación y la Sociedad General de Autores (SGAE).

Imagen y marketing

El sumario también demuestra que Nóos tuvo relaciones esos años con otras potentes firmas: Repsol, BAF, Motor Press Ibérica, y otras entidades financieras. Los clientes que contrataron a Iñaki Urdangarín y sus allegados como asesores de imagen o expertos en marketing deportivo pagaron sumas muy elevadas. De momento, ha trascendido que la SGAE abonó al "grupo Nóos" 760.000 euros, una compañía automovilística otro millón, y el presidente del Villarreal casi 700.000 euros.

Otra fuente de ingresos del duque de Palma fue la búsqueda de anunciantes particulares para el rosario de eventos que el instituto Nóos organizó en esos años con fondos públicos: tres foros en Valencia y otros dos en Palma. Pero en el caso de las empresas privadas la policía sospecha que el duque de Palma vendió sus "influencias" simulando la realización de tareas de asesoría o imagen.