| Linces y ballenas. Iván dice que está "libre como un pájaro en la calle" para ver "cómo va la Tierra". Considera que "matar ballenas, linces ibéricos, que están en peligro de extinción, y no cuidar los bosques es de idiotas". En cambio, "pescar para comer como yo hago no está mal, porque peces hay muchos en el mar".

| Un dulce almuerzo. Eran las cuatro de la tarde de ayer e Iván se acordó de que "todavía no había desayunado ni almorzado" ni tomado la pastilla del mediodía de su tratamiento. Por eso se apresuró a uno de los bares del puerto de Órzola y le pidió al camarero "un sándwich mixto, un café leche y leche y cinco sobres de azúcar", que al final fueron seis, y acabó disolviéndolos en el cortado. Se lo bebió de un tirón y el sándwich desapareció de sus manos al ritmo de veloces mordiscos. Pagó la comida con un billete de cinco euros.

| Entre chapa y pintura. Iván dice que encontró trabajo en La Graciosa. "Ayudo a un amigo a arreglar la chapa y pintura de su furgona y me da cincuenta euros a la semana. Aprendí a hacerlo viendo en la televisión la serie de las chapucillas de Manny Manitas".