La viuda de José Saramago, Pilar del Río, presidenta de la fundación que lleva el nombre del Premio Nobel de Literatura, aseguró ayer que la sociedad española está "enferma" y "tiene que reflexionar sobre la violencia machista". Al mismo tiempo Del Río cuestionó "si el país hubiera aguantado 57 muertos de ETA en un año", que es el número de víctimas mortales de malos tratos que llevamos en lo que va de 2011 en España, tres de ellas en Canarias. "¿Esas muertes no necesitan honores de Estado, como ocurre con las víctimas de ETA? ¿Por qué se tratan como un asunto privado los casos de violencia machista?", se preguntó.

La delegada, en funciones, del Gobierno de España en Canarias, Dominica Fernández, hizo entrega ayer a Del Río -en la biblioteca de la Fundación José Saramago, en Tías- del reconocimiento por su compromiso en la lucha contra la violencia de género y en defensa de los derechos de las mujeres, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, que se conmemoró el pasado 25 de noviembre.

Del Río manifestó que la distinción es "un premio a la memoria de Saramago" y recordó que el escritor "siempre hizo una denuncia sistemática y certera, desde su posición de intelectual y escritor, de la violencia machista". Añadió que Saramago vio en su seno familiar, desde que era un niño, cómo su padre ejercía la violencia psicológica sobre su madre, que se llegó a convertir en un ser anulado.

El Nobel, precisó su viuda, forjó desde la infancia su defensa de los derechos de la mujer y en pro de la igualdad.

Justicia

"Saramago decía que si los hombres no son cómplices, que salgan a la calle y lo digan, porque las víctimas son las mujeres", señaló del Río.

Por otro lado, subrayó que es "un acto de justicia que se escuche la voz de las mujeres en el mundo y no un regalo para la humanidad".

Fernández destacó el empeño de Saramago y Del Río "por construir una sociedad más justa y libre" y coincidió con la reflexión del literato de que la clave para erradicar la violencia de género está en la educación, por lo que, en su opinión, las políticas educativas tienen que hacer un esfuerzo en ese sentido.