El Ayuntamiento de Tías ordenó ayer el precinto de la residencia de mayores Sol de Otoño por carecer de licencia de apertura a pesar de que lleva abierta al público más de una década. Una medida que se adoptaba después de que el programa El Diario D de la cadena Cuatro emitiese en la noche del lunes un reportaje con cámara oculta en el que se denunciaban los presuntos malos tratos sufridos por los ancianos. De forma paralela, la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias remitía ayer a la Fiscalía las imágenes televisivas por si las mismas fueran constitutivas de delito.

La consejera de Bienestar Social, Inés Rojas, insistió ayer en que no existía ninguna denuncia ni queja en su departamento sobre los presuntos malos tratos cometidos en la residencia. Rojas indicó que las instalaciones contaban desde el pasado mes de noviembre con una sentencia judicial en firme del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) en la que se ordenaba el cierre inmediato de la residencia por irregularidades administrativas graves. Según la consejera, la residencia tendrá que cerrar antes de que finalice el mes.

Rojas reconoció que en el año 2007 los tribunales emitían una primera sentencia en la que se ordenaba el cierre de la residencia por no cumplir con los requisitos urbanísticos que la ley exige a este tipo de inmuebles. No obstante, el cierre no se llevó a cabo tras el recurso presentado por los propietarios de la residencia. La consejera dijo que se le había dado una serie de plazos a la empresa para que se adaptara a la normativa hasta que en noviembre del pasado año una nueva sentencia del TSJC dictó el cierre definitivo.

El precinto se hará efectivo una vez que se realoje en otras residencias a los mayores.