"La residencia ya está cerrada y los ancianos están siendo trasladados". Ésas fueron las únicas palabras que se limitó a decir en la mañana de ayer el director del centro de ancianos Sol de Otoño, Adolfo Acuña, cuando fue preguntado por el traslado de los ancianos que residen en esas instalaciones, que tiene orden de cierre por sentencia judicial desde el pasado año y también a instancias del Ayuntamiento de Tías y la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias.

Acuña, que ha sido imputado por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Arrecife junto a dos de sus trabajadores por un delito contra la integridad moral a los mayores atendidos en este centro geriátrico, no quiso precisar cuántas personas de las 26 que residían en Sol de Otoño, ubicada en el municipio de Tías, han sido llevadas hasta sus domicilios o hasta otras residencias de la Isla.

El escándalo de supuestos tratos vejatorios a los internos de Sol de Otoño se hizo público la noche del pasado lunes mediante la grabación que con cámara oculta realizó un joven que hizo las prácticas en esas dependencias y que fue emitida en el programa de la televisión Cuatro Diario de, presentado por Mercedes Milá. Varios ex trabajadores de Sol de Otoño también han ofrecido su testimonio de denuncia sobre las malas prácticas con los mayores.