Un viaje a caballo por la selva de México hace ya unos doce años fue el punto de partida de la colección de unas 1.500 orquídeas que atesora Mauricio Cerpa en su vivienda de Costa Teguise.

El guía de la excursión por tierras mexicanas, relató Mauricio, le regaló el primer ejemplar y fue tal el interés que le despertó el vegetal, que desde entonces ha ido incorporando a su jardín orquidáceas de diversos rincones del mundo. Procedente, entre otros lugares, de Singapur, Hawái, Indonesia, Madagascar y Centroamérica.

Mauricio ha instalado dos invernaderos en su casa para reproducir los microclimas y ambientes idóneos para sus exóticos vegetales. En uno de los recintos la temperatura alcanza los 19 grados centígrados y en el otro, en verano el termómetro asciende hasta los 40.

A diferencia de lo que se cree habitualmente, "las orquídeas no necesitan tanta atención ni tampoco hay que ponerles tanta agua, pero sí es importante tener una vigilancia constante para evitar que sean atacadas por enfermedades, como la cochinilla", dijo Mauricio.

Dedica no más de hora y media al día a cuidar su vergel. Añadió que es "un reto hacer vivir estas plantas porque no están en su hábitat y hay que mantenerlas como si estuvieran en su ambiente para lograr que, como mínimo, florezcan".

Las orquídeas están consideradas las flores más bellas del mundo. Son las reinas de la horticultura y constituyen la familia más amplia del reino vegetal, con unas 30.000 especies conocidas. En su estado salvaje se encuentran distribuidas por todo el planeta, salvo en los polos y los desiertos. "Las que están en Asia no están en Centroamérica y a su vez éstas no se encuentran en Europa ni en Australia. De ahí la gran variedad de especies que existen", aseguró Mauricio.

Así, por ejemplo, "encontramos la Phalaenopsis en Asia, en la India está la familia de los Dedrodium, al igual que en Australia e Indonesia. De América las más famosas son las Cattleyas y los Oncidium, flores muy comercializadas. De Asia vienen también los Paphios".

El ejemplar más grande del mundo es el Grammatophillum speciosum, hallado en la selva de Indonesia y pesa más de cuarenta toneladas. Cuando florece, la vara mide dos metros. La Schomburkia bricyciana vive en los bajos de los árboles en la rivera caribeña y sus ramas trepan por los troncos de los árboles. La Vandopsis tiene un valor incalculable y sus flores pueden permanecer hasta nueve meses. Ambas son también indonesias.