La Universidad de Verano de Lanzarote ha cierra hoy sus puertas después de haber mantenido la asistencia de alumnado y de haber invertido 20.000 euros en los cursos que se han desarrollado desde el pasado 11 de julio. La consejera de Educación y Cultura del Cabildo insular, Enma Cabrera, recordó que la Universidad se ha financiado al 50 por ciento con dinero de su departamento y con el pago de matrículas. Cabrera ha expresado su deseo de mantener las tarifas de los cursos de cara a la próxima edición entre los 40 y 50 euros y de aumentar la oferta y las actividades complementarias

Cabrera reitera que "el principal hándicap del universitario lanzaroteño es vivir en una isla no capitalina y tener que afrontan gastos superiores, sobre todo ahora, con esta situación económica". No obstante espera que "las becas de transporte estén resueltas en septiembre y que en octubre resolvamos las ayudas al estudio". "Mi objetivo es que podamos convocarlas el curso 2012-2013 en noviembre para que el alumnado reciba las ayudas antes de acabar el curso, porque este año no ha podido ser", reconoce la edil consejera.

Aprender y sumar créditos

La mayoría de los estudiantes matriculados en la Universidad de Verano provienen de las universidades canarias 'a la caza de créditos' fáciles de conseguir. Toda una golosina para Edonaida, Carmen y Jill, estudiantes de Pedagogía de 27, 26 y 21 años. Ya han asistido anteriormente a la Universidad de Verano de Lanzarote que se desarrolla en Arrecife aunque "la oferta de cursos ha sido bastante limitada" y les gustaría que hubiera, "por ejemplo, cursos de idiomas".

Daniel también repite. Estudia Bellas Artes en La Laguna y se apunta a cursos que no tienen nada que ver con su formación "por los créditos y por hacer algo en verano". Frunce el ceño y explica que "el año pasado habían cursos ligados a la actividad física, como senderismo, risoterapia o tiro con arco pero ahora todo es más teórico por los recortes".

El record de asistencia se lo lleva Cristina, de 26 años. Ya es la sexta vez que acude y "aunque acabo de terminar Pedagogía, voy a ponerme a estudiar Psicopedagogía porque con lo que tengo no hago nada". Explica que ya ha formalizado la matrícula y ha constatado la subida de tasas universitarias.

Ese asunto de las tasas trae de cabeza a Laura. Estudia Psicopedagogía a distancia por la Universidad de Las Palmas: "Lo llevo fatal, estoy planteándome si podré pagarlo porque como trabajo, aunque mis ingresos no son altos, no me dan beca". A su lado está Sheila, que tiene 21 años y está "esperando a que salgan las becas del Ministerio, aunque todavía no aparece nada y no se si habrán este año". "Si no salen las del Ministerio, probaré con las del Gobierno de Canarias? o no se", comenta resignada.

Todos coinciden en dejar abierta la posibilidad de marcharse fuera de Lanzarote, y de España, cuando acaben su formación. "La cosa está chunga", lamenta Laura, consciente de que la tasa de paro juvenil se sitúa por encima del cincuenta por ciento.

Mientras ellos barajan la opción de hacer la maleta, Marlene acaba de llegar a Lanzarote, donde aterrizó hace sólo tres meses. Es de El Salvador y ha venido para reunirse con su esposo, que trabaja en la Isla. Asiste a la Universidad de Verano porque "aunque tengo experiencia en Educación Especial, necesito actualizarme y ver cómo homologar dos materias troncales que me faltan". Está satisfecha con el nivel y cree que "los ponentes están muy bien preparados" pero en el ámbito laboral aún no ha "profundizado".

Pedr González es uno de los últimos docentes que impartirá clases en el Centro de Iniciativas Culturales de La Caja de Canarias en Arrecife. Es la tercera vez que participa por la temática: La difusión de trastornos de neurodesarrollo para trabajar con niños. "Siempre intentamos divulgar lo que hacemos", explica. Aunque lamenta "los recortes en Educación que se notan en estos cursos y en otros ámbitos. Hay que hacer algo a nivel nacional".

González señala que la Universidad de La Laguna emite un certificado de participación en los cursos que puede servir para engrosar el curriculum, "aunque con la situación que tenemos puede que participar en los cursos no sea determinante para encontrar empleo, la formación siempre viene bien".

José Manuel lo tiene claro. Ya tiene 35 años a sus espaldas y es un optimista nato. Estudia Psicología en la Universidad Nacional de Educación a Distancia "porque me quedé en paro y por la satisfacción personal de ver que puedo hacerlo". Aunque "el rector nos ha avisado de que si no hay recursos suficientes es posible que pongan nota de corte y un número máximo de alumnos por materia". Para complementar su formación asiste por segundo año consecutivo a la Universidad de Verano. "Estudiar enriquece. ¡No te lo pienses y matricúlate!", concluye entre carcajadas.