La parroquia de San Ginés ha reabierto su Biblioteca Pública Católica varias décadas después de que este servicio cerrara sus puertas con el legado de la colección de libros de temática religiosa que donó José Hernández Almeida, coadjutor (ayudante del párroco) de San Ginés en la década de los años sesenta del siglo pasado, afirmó ayer el cura capitalino Miguel Hernández.
"Entendimos que teníamos una obligación casi moral de servicio a la población de Arrecife y, por eso, hace dos meses pusimos en marcha de nuevo la biblioteca, que estuvo durante más de cuatro décadas abierta después de que el inmueble acogiera un hospital y un colegio. Con la progresiva apertura de otros espacios de lectura y consulta en la Isla esta biblioteca dejó de ejercer su función, que ahora recuperamos", dijo Hernández.
El edificio que alberga la biblioteca está situado en la plaza de Las Palmas, junto a la iglesia de San Ginés, y un grupo de seis voluntarias de la comunidad de San Ginés y Playa Honda se encarga de atender a los usuarios que acuden a la sala de lectura o a consultar los ejemplares. El horario es de diez de la mañana a doce del mediodía, de lunes a viernes.
Además de los fondos bibliográficos sobre teología, filosofía, doctrina social de la Iglesia, liturgia o el culto a Dios, entre otros temas, los lectores pueden acceder a enciclopedias de temas generales o manuales escolares. La parroquia no ha catalogado la cantidad de publicaciones de que dispone en ese espacio, por lo que desconoce con exactitud cuántas tiene.
La coordinadora del voluntariado de la biblioteca, Elena Álvarez, indicó que tienen en proyecto habilitar una vitrina con material específico de cada tiempo litúrgico, con el fin de que "quien lo desee pueda consultarlo para preparar la catequesis o profundizar sobre cada uno de ellos, como el Adviento o la Semana Santa", entre otros momentos del calendario religioso.
Por otro lado, San Ginés busca casi 8.800 euros en donativos pa-ra impermeabilizar el templo, los salones y la casa parroquial y el archivo.
