Los más de cuarenta años de historia de Puerto del Carmen (Tías) como destino turístico pionero en Lanzarote no han conseguido arrebatarle la pesca a la localidad de La Tiñosa, que también da nombre a su puerto pesquero y de embarcaciones deportivas.

Esta economía de la mar la sustentan en la actualidad una flota de 19 barcos, la mayoría dedicados a la pesquería de bajura y unos cuarenta tripulantes de los que "entre 10 y 15 profesionales tienen menos de cuarenta años, lo que convierte a La Tiñosa en el muelle de Canarias con más pescadores jóvenes", aseguró ayer el vicepresidente de la cofradía de esa zona, Miguel Ángel Rodríguez, al que ningún trabajo de otro sector ha logrado seducir. "Esta profesión es una tradición en La Tiñosa y se pasa de padres a hijos, por eso, la actividad con este auge de gente joven está asegurada. Además, los beneficios de las capturas se reparten a partes iguales y es difícil que venga gente de afuera", explicó.

Miguel Ángel es capitán del Nuevo Matroyo, el buque familiar con el que lleva el sustento a su casa cada día desde hace varias décadas. "En los ratos libres y las vacaciones iba a pescar con mi padre y me enganché a la pesca", indicó.

El padre de Miguel Ángel, Manuel Rodríguez, mostraba este domingo a los turistas y residentes que acudieron a la feria de gastronomía y artesanía de la Plaza del Varadero, su arte para confeccionar redes, aparejo del que no se despegó desde los seis hasta los casi 62 años. Lleva casi dos jubilado y se le pone un nudo en la garganta cuando habla de sus más de cinco décadas de salitre. "No es fácil dejarlo", apuntó. Problemas en sus rodillas le obligaron a retirarse de un oficio que ama y en el que ha sido "de todo: marinero, maquinista, patrón".

Manuel destacó que "los únicos pescadores que no abandonaron [la pesca] para marcharse en su día al turismo o la construcción son los de La Tiñosa", una actividad que "no desaparecerá si los que están la llevan como la hemos llevado nosotros, es decir, protegiendo la mar toda la vida para comer de ella". Añadió que "hay quienes piensan en sacarle todo el rendimiento a la pesca, cogen todo lo que pueden y así no se llega a ningún sitio. La gente hace una excesiva cantidad de nasas porque pescan 24 horas al día y 365 días al año".

Hace unos tres años que Emilio Pérez dejó de trabajar en la mar, pero en sus manos está la sabiduría de los nudos marineros, los mismos que enseña a los estudiantes en institutos y colegios. Comió de la pesca durante 35 años. Su hijo César le ha relevado en El Nieves.

Sin embargo, Emilio nunca dejará de mirar la costa ni perderá sus costumbres. Este domingo, entre cabo y cabo se echaba un buchito de vino tinto. "Los marineros bebemos vino para quitarnos el frío y que el cuerpo y el estómago se calienten. Así se trabaja más. Matamos la sed con ralas de agua y gofio", porque, según dijo, "en la mar no hay horarios".

La Asociación Cultural, Recreativa y de Empresas de La Tiñosa promueve la feria de gastronomía, artesanía y ocio que cada domingo se celebra en la Plaza del Varadero y en la que se instalan "unos veinte puestos", aseguró ayer el presidente de ese colectivo, Amado Vizcaíno. Nueve restaurantes y una heladería de la zona ofrecen degustaciones a un euro en la Ruta de la Tapa. También a un euro están helados y bebidas. Cada domingo un restaurante acude a la feria. Ayer estuvo La Chalana. A. F.