"Los daños por vertidos de crudo en las Islas serían mayores que en otros sitios"

Usted ha dirigido el estudio en la Universidad de A Coruña sobre el daño genético sufrido por los voluntarios y empleados que participaron, hace diez años, en las labores de limpieza de las playas gallegas contaminadas por el vertido de crudo del petrolero monocasco 'Prestige'. ¿Cómo se llevó a cabo dicha investigación?

Hicimos el primer estudio con gente que estaba expuesta al fuel en el momento en el que estaban llevando a cabo las labores de limpieza y, el segundo, lo realizamos siete años después. En el primer caso detectamos que había daños en el ADN ya fijados en aquellas personas que habían estado expuestas al fuel durante varios meses. Esto significa que tenían un incremento de riesgo de padecer cáncer u otras enfermedades relativamente serias. No quiere decir que, necesariamente, esas personas tengan que desarrollar algún tipo de cáncer. Hablamos de una cuestión de probabilidad. A través de la segunda investigación recogimos, siete años después, las muestras de los ciudadanos que estuvieron en contacto con el crudo y el resultado fue que ese riesgo de padecer cáncer y los daños en el ADN habían desaparecido, por lo que las posibilidades de sufrir un cáncer son las mismas que las personas que no participaron en las tareas de limpieza.

Pero, ¿existe la posibilidad de que ese riesgo reaparezca?

No, una vez que el riesgo ha disminuido, en principio, como consecuencia de la exposición al fuel ya no volverá a incrementarse. Todas las personas estamos expuestas en nuestra salida diaria a la calle a multitud de contaminantes que proceden, por ejemplo, de la contaminación ambiental, la dieta que llevamos, el estilo de vida que tenemos... Como consecuencia de eso, podemos estar expuestos a otras sustancias que vuelvan a incrementar el nivel de riesgo.

¿Qué tipo de síntomas tuvieron las personas que colaboraron con las tareas de retirada del crudo?

Las personas tuvieron mucha sintomatología aguda, como dolores de cabeza, irritaciones en las mucosas y en la piel, picor de ojos. Pero el tipo de síntoma que nosotros estudiamos en el ADN no produce sintomatología externa, sino que, simplemente, nos da idea de la respuesta del organismo a nivel interno del incremento de riesgo de padecer las patologías que le comentaba. Ahora, por la experiencia personal que tuve en contacto con esas personas, sí tenían sintomatología psicológica, fundamentalmente, aquellas que participaban en la recogida del fuel, como consecuencia de que eran pescadores, mariscadores que no podían salir a faenar y veían que su medio de vida con toda aquella catástrofe estaba quedando destruida. Pero eso no fue lo que evaluamos en nuestra investigación.

¿Cómo viven en Galicia los ciudadanos de a pie el juicio del 'Prestige', que comenzó el pasado 16 de octubre y se prevé prolongar hasta mayo del año que viene? ¿Llega demasiado tarde esta vista?

A título personal le diré que, en general, el sentimiento a nivel de la calle es que este juicio llega muy tarde y no van a pagar quienes realmente tienen que hacerlo o, si van a pagar, serán pocos los que lo hagan. Hay gente que se ha quedado fuera de este juicio y debería estar ahí. Ya está todo olvidado y no sabemos si se va a hacer verdadera justicia por ello. A simple vista las playas ya están limpias, aunque a veces llegan pequeños residuos de chapapote a la costa, como llegaron siempre y pueden proceder tanto del fuel que quedó del Prestige, como de la mala costumbre que tienen muchos barcos, que cuando pasan por delante de las costas gallegas se ponen a limpiar centinas, práctica que está totalmente prohibida.

¿Los riesgos para la salud de la población canaria, en caso de que un vertido accidental de productos petrolíferos llegue a las costas del Archipiélago serían los mismos que afectaron a los gallegos?

El tipo de petróleo no es el mismo porque el fuel que transportaba el Prestige estaba parcialmente refinado. Sin embargo, si existe un accidente en una plataforma petrolífera sale el crudo directamente al mar sin refinar. La composición cualitativamente es muy similar, con lo cual las consecuencias para la salud de las personas que estuvieron limpiando chapapote serían similares a las que tendría la población canaria. Todo ello en el caso de que, como ocurriera con Galicia con las medidas de protección que se utilizaron para los limpiadores, no fueran las adecuadas. Esperemos que esto no ocurra nunca más en ninguna parte del mundo, pero en el caso de que esto, desgraciadamente, vuelva a suceder, se recurra a la experiencia y que a la gente que se preste a colaborar con las labores de limpieza se les provea con las medidas de protección adecuadas y se le instruya sobre cómo usarlas. De esa forma, los riesgos para la salud se podrían minimizar muchísimo.

En el caso de un hipotético accidente por un derrame de crudo frente a las costas canarias, ¿cuál sería en su opinión el problema añadido más grave que tendría el Archipiélago, sobre todo las dos islas más cercanas, Lanzarote y Fuerteventura, a los sondeos proyectados por Repsol YPF y aprobados por el Gobierno de España?

El problema añadido, que no existe en ninguna otra parte del mundo donde han sucedido accidentes de vertidos de petróleo, es que, sobre todo, las islas de Lanzarote de Lanzarote sacan del mar todo el agua que destinan a desalación para el consumo humano. La fuente directa del agua quedaría dañada durante mucho tiempo y habría que importar el agua de otros lugares. Sería un problema añadido gravísimo que no ocurriría en ninguna otra parte del mundo, por lo que la sostenibilidad de la vida en las islas se vería altamente afectada.

¿Cómo valora las protestas sociales y de instituciones en Canarias para intentar frenar las prospecciones petrolíferas a escasos kilómetros de las Islas?

Se tendría que valorar muy bien hacer prospecciones de crudo cerca de Canarias porque es una zona sensible, aparte de que también las islas están situadas en una zona volcánica con características singulares. No es lo mismo poner una plataforma petrolífera aquí que en el Golfo de México. Las consecuencias pueden ser más devastadoras aquí que en cualquier otro lado.

Usted ha sido asesora del Gobierno de Barack Obama a raíz del accidente, en 2010, de la plataforma petrolífera en el Golfo de México. ¿Cómo fue su experiencia?

Fue una experiencia muy gratificante porque reunieron a científicos procedentes de la rama de salud pública y a los que teníamos estudios hechos sobre los efectos para la salud desde múltiples puntos de vista, de gente que había estado expuesta a distintos derrames como consecuencia de accidentes. Fue a principios de junio de 2010 y en un encuentro en Nueva Orleans. Me sentí muy escuchada y la gente tenía verdadero interés en lo que le íbamos a contar, cosa que en España muchas veces la opinión de los científicos no siempre cuenta. Sin embargo, los americanos nos escucharon, preguntaron y agradecieron mucho que me hubiera tomado la molestia de desplazarme hasta allí para contarles los resultados y darles mi opinión al respecto. Fui la única representante de Europa que estuvo allí.

¿Se podría haber evitado el desastre del Golfo de México?

Me pregunta por cosas que están fuera de mi competencia. Eso lo tendrían que evaluar ingenieros, que son los que realmente conocen si se utilizaron todos los medios disponibles y si la tecnología de la plataforma era adecuada o no.

¿El derrame en el Golfo de México tuvo, como en España, consecuencias para la población?

Eso es algo que se está estudiando, puesto que la gran diferencia que hubo respecto a lo que ocurrió en el Golfo de México y desastres petroleros anteriores, es que en el Golfo de México se utilizó una gran cantidad de dispersante para intentar alejar el fuel y éste no llegara a la costa. Pero ya de por sí, los dispersantes son tóxicos también y lo que están haciendo es valorar los efectos para la salud de la mezcla del fuel y los dispersantes.

"