El juez Leandro Martínez, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Arrecife, ordenó a primeras horas de la tarde de ayer el ingreso en prisión provisional de los cinco guardias civiles implicados, presuntamente, en una red de tráfico de drogas en la isla de Fuerteventura. El magistrado les imputa delitos contra la salud pública, revelación de secretos, contra las garantías constitucionales, robo con fuerza y contra la Administración de la Justicia, según fuentes cercanas a la investigación. Se trata de los miembros de la Benemérita S.V., H.C., Y.M., D.P. y S.E.

Ante el juez comparecieron también dos vecinos de El Cotillo (en el municipio majorero de La Oliva) relacionados con esta trama, uno de los cuales quedó en libertad alrededor de las cuatro de la tarde. Salió del Palacio de Justicia por el aparcamiento de ese edificio acompañado de su abogada y sin hacer declaraciones. El otro civil fue enviado a prisión. Pertenece a una familia que regenta un conocido bar en El Cotillo.

El traslado de los seis acusados hasta el centro penitenciario de Tahíche se realizó en dos vehículos del Instituto Armado. En el primero de ellos viajaron cuatro de los detenidos en la parte posterior de la furgoneta, mientras que los otros dos lo hicieron en el asiento trasero de un turismo.

Fuentes de la cárcel de Tahíche aseguraron que los cinco integrantes de la Benemérita deberán ser ubicados en una zona aislada del resto de internos para garantizar su seguridad.

Aunque los abogados de los siete acusados estaban citados a las nueve de la mañana, las comparecencias ante el juez no comenzaron a desarrollarse hasta alrededor de las diez y media, debido al retraso en la llegada de uno de los letrados. Mientras tanto, los detenidos permanecieron incomunicados del resto de los imputados en los calabozos del Palacio de Justicia de Arrecife para evitar que hubiera intercambio de información entre ellos.

En los interrogatorios ante el juez intervino a su vez la fiscal Elena Herrera, responsable de la sección Antidroga en Lanzarote. La madrugada del sábado al domingo fue larga para los investigadores del caso, quienes estuvieron realizando diversos trámites hasta casi el amanecer para tener todas las diligencias a punto a primera hora en el juzgado.

Familiares y amigos de los detenidos que viajaron desde Fuerteventura hasta Lanzarote esperaban impacientes noticias de sus allegados. Sus esperanzas de volver a verlos en libertad se iban desvaneciendo a medida que los abogados le comunicaban los contenidos de los autos de prisión preventiva firmados por el juez. La presencia de los medios de comunicación en el exterior del Palacio de Justicia incomodó a varios de los residentes en Fuerteventura, que incluso llegaron a increpar a periodistas que cubrían la noticia.

Ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 deberán personarse en las próximas horas otros dos residentes de El Cotillo, la pareja sentimental y un hermano de uno de los detenidos, que quedaron en libertad el viernes, así como los dos marroquíes que detuvo ayer la Guardia Civil en Fuerteventura dentro de esta misma operación por su supuesta intervención en la trama que operaba en esa localidad del norte de Fuerteventura.

Todo apunta que a lo largo de las próximas horas podrían producirse nuevas detenciones, especialmente, de ciudadanos marroquíes y algún vecino de Corralejo, en el norte de Fuerteventura.

Nuevas aprehensiones

Agentes de distintas unidades de la Benemérita continúan peinando varias zonas de la isla en busca de más droga, ya que consideran que no se han incautado de toda, pues hasta el momento han logrado recuperar casi 40 fardos, con un peso total de unos 1.000 kilos de hachís. La investigación fue puesta en marcha por la Unidad Central Operativa, el Departamento de Asuntos Internos y la Unidad Territorial de Canarias hace ya varios meses a raíz de conocerse las presuntas actividades ilícitas de los agentes.