Zapatero a tus zapatos. Eso es lo que debió pensar Juan Manuel de la Cruz cuando la crisis le dio un zarpazo y se quedó sin su trabajo en una empresa como montador de muebles a sus 44 años. No se lo pensó dos veces y recuperó su oficio que había desempeñado dos décadas atrás, la reparación de calzado y el duplicado de llaves, entre otros servicios.

Como novedad incluye el desplazamiento a los domicilios de los clientes para recoger y entregar los pedidos, labor que realiza un día a la semana, los sábados. Además, elabora tarjetas, invitaciones y sellos de caucho y es afilador de tijeras y cuchillos.

El pasado nueve de enero Juan Manuel puso en marcha su nuevo negocio en el pueblo de San Bartolomé, El Remendón. Llegó casi como un regalo de Reyes, pero con un gran esfuerzo detrás y con la ayuda y asesoramiento de la Cámara de Comercio de Lanzarote, que lo apoyó en la creación de su nuevo proyecto, la elaboración del plan de empresa y la certificación de viabilidad, entre otros trámites, que le han permitido acceder a una línea de microcrédito. Juan Manuel prefirió no desvelar el importe de su inversión.

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