Las elecciones al Consejo Regulador de la Denominación de Origen de los Vinos de Lanzarote, que se celebran el próximo martes, han movilizado a uno de los sectores económicos más pujantes de la isla. Un total de 1.742 viticultores y 29 bodegas de la isla están llamadas a las urnas para elegir a los ocho miembros (cuatro bodegueros y cuatro viticultores) del Consejo y que se encargarán de regir los destinos del sector vinícola durante los próximos cuatro años.

Unas elecciones a las que concurren dos candidaturas por el sector bodeguero y otras dos por el de los viticultores. Unos comicios con los que se pretende poner fin al gobierno de transición del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria tras la disolución del anterior Consejo Regulador por el enfrentamiento entre bodegueros y agricultores.

José Rafael Morales, destaca que su candidatura apuesta por luchar por la conservación y mejora de la ayuda a la viña, "para que la viticultura reciba la misma consideración que el resto de los sectores primarios en el reparto de las ayudas europeas del Posei. Asimismo cree que hay que darle más importancia al viticultor y fomentar la comunicación entre viticultores y las bodegas para fijar precios de uva y agilizar los pagos. Otro de sus objetivos es fomentar el relevo generacional para que las nuevas generaciones se incorporen a la viticultura y el paisaje no se abandone, así como la promoción de los vinos.

Valentín Hernández, portavoz de la otra plancha de los viticultores, destaca que uno de los pilares fundamentales de su grupo será luchar dentro del Consejo Regulador para exigir el pago de las ayudas comunitarias, hasta el punto que estarían dispuestos a ejercer acciones judiciales para reclamar lo que le corresponde a este sector. Considera que es clave la unidad entre agricultores y bodegueros y apuesta por la profesionalización del Consejo Regulador en la figura de un gerente.

Por su parte, Ginés González de Bodegas La Florida y uno de los representantes de la candidatura de Igualdad y Transparencia cree que es fundamental lograr la unidad del sector, independientemente del resultado final. González entiende que es necesario la promoción de los vinos lanzaroteños y sobre todo la colaboración con las instituciones de la isla para la protección del sector y el apoyo a los jóvenes viticultores. "Debemos realizar una política común que trate por igual a todas las bodegas independientemente de su tamaño", resalta.

Para Fermín Otamendi, de Bodegas El Grifo, y miembro de la candidatura Malvasía Volcánica, uno de los ejes de su candidatura es la defensa de las ayudas europeas para la viña con "un reparto justo y equilibrado". Otro de sus objetivos es la promoción de los vinos dentro y fuera de España. "Nos gustaría resaltar que nuestra candidatura agrupa el 80% del volumen de producción de los vinos lanzaroteñas y la formamos tanto las grandes como las pequeñas bodegas", asegura.