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Un museo para maestro Tito

Los hijos del desaparecido Evaristo González abren una tienda y exposición de objetos relacionados con la carpintería de ribera

Un museo para maestro Tito

La capital de Lanzarote fue puerto antes que ciudad. Los arrecifes y los islotes que conforman su bahía han convertido históricamente a la marina en un abrigo natural para el fondeo y varada de barcos. A finales del siglo XVI el ingeniero Leonardo Torriano en el capítulo que dedica a la Descripción del puerto de Arrecife y de su fuerza en su libro Descripción e historia del Reino de las Islas Canarias, se refiere a ese refugio: "El Arrecife es el puerto principal de esta isla, hacia noreste. Está rodeado por algunos islotes y por infinitos peñascos y bancos de arena, los cuales, con oponerse a la fuerza del mar, lo hacen tranquila estancia para los navíos".

En torno al Charco de San Ginés y Puerto Naos se gestó una de las profesiones más ancladas a Arrecife, la de carpintería de ribera y reparación de embarcaciones de todo tipo. Dos de los nombres más relevantes de ese oficio son los de Evaristo González, Maestro Tito, y su padre, Santiago González, ambos fallecidos, además de sus hijos Santiago y Alejandro y sus descendientes. La tradición sigue viva a través del taller de los hijos de Tito, quienes han regresado a Naos tras las obras del muelle deportivo.

Las primeras referencias relacionadas con la construcción de barcos en Lanzarote datan de finales del siglo XVIII y Puerto Naos fue la morada de Maestro Tito durante más de tres décadas después del Charco de San Ginés. Además de construir naves, se ocupaba del mantenimiento de la flota pesquera y de la reparación de otros barcos de Lanzarote y Canarias.

"Queremos preservar la memoria de nuestro padre (falleció en 2002) y además de seguir con la carpintería, hemos abierto una tienda que pretendemos se convierta a su vez en un museo del oficio de carpintero de ribera para que éste no se pierda y las nuevas generaciones lo conozcan", aseguró Gloria González. Junto a sus hermanos Evaristo, Santiago y Alejandro y su sobrino Acaymo saca adelante este proyecto cuya inversión mínima es de 90.000 euros.

Chalanas, remos, reproducciones de barcos y molinos de salinas y herramientas de carpintería antiguas tanto de Tito como de su padre son algunos de los objetos que se pueden ver en el local, situado frente a la oficina de información turística de Marina Lanzarote.

Otra de las ideas, explicó Gloria, es crear la marca Maestro Tito para la venta de souvenirs, objetos y ropa náutica relacionada con la pesca y el mar.

Tras ser incluida hace tres años en el ERE de Bankia en Lanzarote, Gloria se puso manos a la obra para hacer lo que le gusta y apasiona "de verdad" relacionado con la tradición familiar, de más de un siglo de existencia, de la que también forman parte sobrinos y nietos de Maestro Tito.

Gloria es una de las 19 emprendedoras que participó en el Programa de emprendimiento femenino en sectores económicos emergentes y nuevas oportunidades de negocio celebrado en la Cámara de Comercio de Lanzarote, el cual le ha servido para dar forma a su plan de viabilidad y dar un impulso a su iniciativa.

Otra de las ideas de Gloria es acercar la carpintería de ribera a los colegios a través de visitas de alumnos a la tienda museo y el taller familiar "para que esta parte de la historia de Lanzarote así como la importancia que tuvo la actividad de la pesca no se mueran". También se plantea impartir talleres especializados, como trazados de barcos, y ofrecer excursiones por la marina de la ciudad para divulgar este patrimonio natural y la actividad económica ligado al mismo.

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