La armada jolatera surcó ayer las aguas del Charco de San Ginés en una de las citas con más tradición de las fiestas, la de las pequeñas embarcaciones metálicas hechas con bidones. Con mayor o menor fortuna a la hora de mantener el equilibrio, la flotilla se hizo a la mar para competir en las regatas de niños y adultos y en la cogida de cintas ante la atenta mirada del público que acudió a animar a los navegantes, vecinos del Charco.
Cristal Pallarés, quien se estrenó este año en las regatas, llegó la primera a meta en la categoría de 0 a 8 años y Félix Juan Hernández en la de 9 a 12. Carlos Curbelo hizo lo propio en el grupo de 12 a 16 años, por delante de Iván Cabrera. En lo que respecta a los adultos, Pedro Hernández encabezó el recorrido y alcanzó en primer lugar la escalinata. A Adrián Pallarés se le escapó el segundo puesto porque volcó antes de finalizar la prueba, percance que permitió que Yéssica Porter, madre de Cristal, se adjudicara la segunda posición. Por su parte, Pedro Cabrera se hizo con el triunfo en la cogida de cintas, al recolectar finalmente cinco de las que colgaban en el madero y deshacer el desempate de la primera ronda con otro participante.
Hubo quien, a falta de las tablillas de madera a modo de remo para avanzar en la travesía, utilizó las cholas para navegar con su jolatero en el Charco. Un remedio que a alguno le funcionó y evitó que el barquillo volcara.
Un grupo de 13 Urban Sketchers, pertenecientes al movimiento en Lanzarote de dibujantes urbanos, inmortalizó in situ con sus creaciones el entorno del Charco y los jolateros. Sus dibujos se exponen en la Casa del Miedo durante las fiestas.
Bárbara Müller es una de las impulsoras de esta actividad en la Isla, que comenzó su andadura en febrero pasado. Entre las dibujantes estaban ayer Beatriz Van Hoff y su hija, Tatyana Von Boettinger. "El dibujo te hace ser más observador y apreciar mejor lo que tenemos en Lanzarote", destacó Beatriz.
