La inspección realizada por la Guardia Civil a raíz del hundimiento, el pasado 27 de julio cerca de la Punta de Los Ancones de la embarcación de recreo Shanka con seis personas a bordo -rescatadas con vida- revela que, supuestamente, el barco ejercía su actividad sin tener autorización para ello y en consecuencia no pagaba los correspondientes impuestos derivados de la misma, informaron ayer fuentes de la Benemérita. La embarcación estaba siendo explotada por un tercero y no por su propietario.

Por ese motivo, la Guardia Civil ya ha comunicado dicha situación a la delegación en Lanzarote de la Agencia Tributaria, perteneciente al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

Asimismo, los investigadores han puesto en conocimiento de Capitanía Marítima de Lanzarote que el Shanka, presuntamente, carece del seguro obligatorio de viajeros para embarcaciones de alquiler con o sin patrón y tampoco tiene cobertura de responsabilidad civil para barcos de recreo por contaminación accidental.