Las monedas que arrojan los turistas que visitan Los Jameos del Agua en el lago de este centro turístico del Cabildo de Lanzarote está causando "un efecto potencialmente catastrófico", no solo para les especies endémicas protegidas que se encuentran en sus aguas como los famosos cangrejos ciegos, sino también para todo el ecosistema de la cueva.

Un grupo de científicos de las universidades de Copenhague, Hamburgo, La Laguna, Texas y el Centro para el Estudio de Ecosistemas de Italia que han participado en la redacción de la Guía Interpretativa de los ecosistemas anquialinos de Jameos del Agua y Túnel de la Atlántida", editada por el Cabildo, alertan de que los metales tóxicos que se desprenden de las monedas durante su corrosión son dañinos para la supervivencia de un ecosistema único en el mundo

El problema debe ser tomado en serio, ya que los metales tóxicos desprendidos de las monedas durante su corrosión, y en particular el cobre, se concentran en los sedimentos y en las diatomeas, y son luego arrastrados a lo largo del Túnel de la Atlántida por las corrientes de marea, con un efecto potencialmente catastrófico no solo para las especies endémicas protegidas, sino para todo el ecosistema de la cueva" destaca el estudio que vio la luz a comienzos de este año

La guía destaca que la visita diaria de un gran número de turistas con acceso directo a la laguna expone este frágil ecosistema a otro tipo de amenazas. "La más importante de ellas se deriva del lanzamiento de monedas por visitantes mal informados acerca de la verdadera naturaleza del lago, que lo confunden con una especie de "fuente de los deseos". El Cabildo lleva años tratando de concienciar a los turistas que las monedas son peligrosas para la fauna de Los Jameos con la colocación de carteles en varios idiomas en los que se prohíbe lanzar las monedas.

Sanciones

El consejero insular de Turismo, Echedey Eugenio, destaca que en los últimos años se ha intensificado la limpieza de la laguna con buzos encargados de retirar las monedas, aunque reconoce que ha sido imposible detener el lanzamiento de monedas. La última de las medidas que se va a poner en marcha es la colocación de un sistema de vigilancia con cámaras, un circuito cerrado, que permitirá detectar a los que infrinjan la normativa. "Vamos a elaborar una normativa con sanciones para tratar de erradicar al máximo este problema", recalca Echedey. La Fundación César Manrique y el Departamento de Patrimonio del Cabildo están estudiando la ubicación de las cámaras para minimizar el impacto visual en un espacio que está considerado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento Natural.

"Aunque numerosos paneles y señales prohíben rotundamente este comportamiento, el fondo de la laguna continúa lleno de monedas, con la consecuente acumulación de óxidos de su corrosión. A pesar de los esfuerzos del Centro, que organiza campañas de limpieza periódicas con buzos, muchas monedas permanecen escondidas e inaccesibles en el fondo de las grietas, o ya han comenzado a corroerse, deshaciéndose entre los dedos de los buzos al colectarlas", afirma la guía.