Las condolencias y el reconocimiento a la figura de Luis Morales Padrón y su contribución al desarrollo socioeconómico de Lanzarote coincidieron en destacar su papel clave en la Isla y su estrecha colaboración con César Manrique. El presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, apuntó que "Lanzarote está de luto porque se ha ido uno de los más grandes, alguien que puso su trabajo, sus ideas y su corazón al servicio de una isla y de su gente, lo que le llevó a convertirse, sin pretenderlo, en un personaje básico para poder entender la profunda transformación habida en Lanzarote desde la segunda mitad del siglo pasado".

Con un extenso y admirable currículo que le hizo merecedor de un sinfín de homenajes y galardones, el más reciente, la Medalla de Oro concedida por el Cabildo, el logro más importante de Morales Padrón, sin embargo, es haber logrado transmitir durante toda su vida el entusiasmo y la pasión por las cosas bien hechas, resaltó el presidente insular.

En señal de duelo, el Cabildo mantendrá a media asta las banderas hasta mañana.

El consejero insular de Turismo, Echedey Eugenio, aseveró que Morales Padrón es una personalidad "fundamental" para comprender los Centros. "Su competencia, liderazgo, profesionalidad, nobleza y lealtad le sirvieron para ganarse la confianza y el respeto de César Manrique y convertirse en el mejor intérprete de la mente que alumbró los Centros de Arte, Cultura y Turismo".

Alfredo Díaz, portavoz de la Fundación César Manrique, señaló que la institución siente "profundamente" la pérdida de Morales Padrón. Añadió que "fue uno de los colaboradores más estrechos de César Manrique y, sin duda, un fiel representante, y de gran altura, del proceso de modernización de Lanzarote y del cambio de modelo económico experimentado por la Isla en la década de los sesenta". En su opinión, el fallecido "merece el máximo reconocimiento insular, pues ha sido una persona absolutamente relevante en Lanzarote".

La alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta , recordó que Morales Padrón fue trabajador municipal entre 1947 y 1960 y estrecho colaborador de César Manrique.

Junto a su padre y de la mano del genial artista lanzaroteño, participó en las obras de mejora de la plaza de Las Palmas, frente a la iglesia de San Ginés y posteriormente intervino en el diseño y construcción del parque que llevaría el nombre del alcalde de entonces, José Ramírez Cerdá.

"Una tarea silenciosa"

Para De Anta, "es un consuelo que Luis Morales haya vivido los reconocimientos públicos a su tarea silenciosa y al indudable protagonismo de su trabajo en la obra espacial de César Manrique. Tanto la Medalla de Oro concedida por el Cabildo como su papel estelar en el documental Las Manos, de Miguel Morales, u otros trabajos cinematográficos y literarios, han puesto en valor la eficacia del capataz, su amor por Lanzarote y su enorme complicidad con el artista".

La secretaria insular del PSOE de Lanzarote, María Dolores Corujo, indicó que "se nos ha ido un hombre trabajador, discreto, que supo vivir desde la humildad su papel excepcional de memoria viva de César, testigo privilegiado del nacimiento de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote".

Corujo subrayó la deuda que, a su juicio, mantiene Lanzarote con Morales. "La Medalla de Oro concedida el pasado mes ha sido un hermoso primer paso, pues la recibió en vida, pero creo que a ese primer reconocimiento han de seguir otros que hagan permanente la memoria de quien fue llamado, con toda justicia, las otras manos de César".

Por su parte, la presidenta del PP de Lanzarote, Astrid Pérez, resaltó "la vocación, voluntad y la gran capacidad de Luis Morales para materializar y llevar a la práctica las ideas artísticas de César Manrique". En opinión de Pérez, "una tarea bastante compleja teniendo en cuenta que Manrique era un hombre adelantado a su tiempo, pero que Luis Morales supo interpretar como nadie y ejecutar con mimo y de forma brillante".

"Sin duda un gran ejemplo del trabajo bien hecho y una contribución enorme para la sociedad conejera", concluyó Pérez.

El velatario está instalado desde la tarde de ayer en el tanatorio del Hospital Insular, dependiente de la Consejería de Sanidad del Cabildo. A las 16.30 horas de este sábado se oficinará la última palabra en la capilla de dicho centro santario.

Morales Padrón estaba casado con Ana Luisa Fuentes García y tenía cuatro hijos: Ana, Luis, María Mercedes y Ginés. Además, era abuelo de cinco nietos y bisabuelo de un bisnieto. Descanse en paz.