Pedro Guerra, deja su guitarra junto al escenario y con su móvil comienza a fotografiar los pequeños detalles de un pueblo que visitó por primera vez hace casi 30 años con su grupo Taller Canario. Se fija en las puertas y ventanas verdes que contrastan con el blanco de las paredes, en la sombra de una cruz en la pared de la ermita de San Marcial cuando cae el atardecer, en las diminutas campanas...

"Arde Femés y en el silencio sólo los ladridos de los perros?Nada se podía comparar a esa mujer Mararía MaríaMararía". A Pedro Guerra lo primero que le viene a la mente antes de cerrar en Lanzarote su gira 7 Puertas es una estrofa de la canción que creó en el año 1998 para la película Mararía del cineasta canario Antonio Betancort basada en la novela de Rafael Arozarena.

"Mi relación con Femés y Mararía es anterior a la película dado que fue con Taller Canario cuando hicimos una canción que se titulaba Mararía inspirada en la novela, distinta a la que luego hice para esta película. Luego surgió la posibilidad de hacer la música de la película aunque al principio me llamaron para hacer solo una canción", relata.

Así que tras leer de nuevo la novela y el guión se embarcó en el proyecto. "Aproveché para hacer una música de corte orquestal pero que a la vez tuviera elementos canarios por lo que introduje el timple, los tambores, las chácaras... que le dieron una sonoridad que se pudiera asociar a las islas", recuerda el cantautor tinerfeño.

Un concierto con el que anoche puso fin a una gira que le ha llevado por todas las islas. "Tras agotar las entradas en siete de los nueve conciertos programados en Canarias con la gira 'Arde y Vuela' (de los discos Arde Estocolmo y 14 de ciento volando de 14) decidimos volver a las islas pero para no hacer lo mismo diseñamos solo para Canarias la gira 'Siete Puertas'. Una parte del concierto se parece a Arde y Vuela y en la otra canto canciones que tienen que ver con las islas, y en la que, por supuesto, está incluida Mararía", destaca.

En Lanzarote, Pedro Guerra asegura sentirse muy a gusto. "Aunque siempre he tenido una buena relación con todas las islas, en las que me siento como en mi casa a pesar de ser de Tenerife, es verdad que Lanzarote, me gusta mucho por las peculiaridades que tiene. Primero por la hermosura de la isla y segundo por todo lo que César Manrique imprimió a la isla, organizada, casas blancas, pueblos bonitos...".

Empieza a ponerse el sol y aprovecha para abrigarse. "Reconozco que en uno de los sitios donde he pasado más frío fue en el pueblo de Guatiza (Teguise)", asegura mientras se toca las manos para dejar constancia que apenas las sentía para tocar la guitarra.

Habla de Lanzarote, de la isla de Manrique y Saramago, de un territorio que apuesta por su naturaleza. "Recuerdo que cuando vine con Taller Canario se había firmado un acuerdo con todos los alcaldes para reducir el número de camas turísticas (el primer Plan Insular de Ordenación Turística de Lanzarote que redujo la construcción de nuevas plazas alojativas de forma drástica). Creo que en Lanzarote hay una intención de respetar el medio ambiente y la naturaleza, que al fin y al cabo es mejorar el nivel de vida de la gente".

Sin embargo, Pedro Guerra reconoce que en las islas hay una sobrecarga turística. "En Canarias hay una parte que es un poco de despropósito, una expansión turística que está más centrada en la cuestión económica que en la conservación de la naturaleza", afirma.

Y nada más terminar en Lanzarote, vuelve a coger su guitarra para tocar en México donde tiene programado un buen número de conciertos. Y después ya tiene en mente su nuevo proyecto relacionado con su disco Golosinas. "Fue la primera piedra que puse en la construcción de todo lo que vino después en mi carrera como músico. Aparece mi versión de Contamíname, posterior al éxito de Ana Belén y otras como El Marido de la peluquera o Deseo que son para mí canciones fundamentales".

Y es que en el 2018 se cumplen 23 años de la edición de Golosinas pero 25 de su llegada a Madrid. "Una buena parte de los temas de este disco los llevaba escritos cuando en el 93 puse el pie en Madrid. Así que queremos hacer una edición remasterizada, actualizada sonoramente y hacer una gira de recuerdos de principio de los noventa, y de lo que fue aquella época. Creo que fue un disco que acompañó a mucha gente que compartimos generación".

Pedro habla también de poesía, de su libro Hurgando en la caja negra. "En la poesía he encontrado un espacio que está liberado de la música, es un mundo más íntimo". De su otro universo. Y en Femés reencuentra sus dos mundos.