Pablo Hernández, a sus 73 años y Cándido Álvarez saben muy bien de lo que hablan cuando están rodeados de viñedos. Y no porque ayer fueran unas de las más de 2.000 personas que participaron en la carrera del vino por la zona vinícola de La Geria sino porque han estado toda su vida cuidando parras. Tanto Pablo como Cándido llevan participando en esta prueba desde hace ya varios años porque entienden que es una buena iniciativa para promocionar uno de los paisajes más extraordinarios de Canarias.

En la décima edición de la Wine Run volvió a repetirse una imagen que ya es casi una rutina: la de los atletas lanzaroteños José Carlos Hernández y Aroa Merino que han vencido en más de la mitad de las carreras que se han celebrado. En esta ocasión, además de ganar el número de botellas de vino la denominación de origen de Lanzarote equivalente al peso de cada uno de ellos, los dos ganadores obtuvieron también la misma cantidad pero en mermelada, de la empresa Bernardo's Mermelada. Este último premio será donado a una asociación benéfica elegida por los dos deportistas.

Hernández cruzó la línea de meta tras casi hora y media en recorrer un total de 23 kilómetros, mientras que Merino hizo el mismo trayecto con un crono de 1:31:56. La carrera corta de 12,7 kilómetros tuvo como vencedor en la categoría masculina a Jachinso Hernández y en la modalidad femenina se impuso María Teresa Íñiguez (54:02).

De los 2.021 inscritos, 319 participaron en la carrera larga de 23 kilómetros, 590 en la corta de 12,7 kilómetros, y 1.112 realizaron la caminata también de 12 kilómetros entre viñedos y volcanes. Entre los que realizaron la carrera corta se encontraba un grupo de vecinos de Corralejo (Fuerteventura) que vinieron expresamente a esta prueba. La venezolana Carmen González y la colombiana Janeth Quintero formaban parte de la expedición majorera. "Es la segunda vez que venimos y volveremos a repetir", aseguraban.

El vallisoletano Javier Casado no podía ocultar su felicidad tras proclamarse campeón en el grupo de edad de 46 a 59 años en la carrera de 23 kilómetros. Aunque es la tercera vez que viene a Lanzarote en compañía de su esposa si era su primera participación en la Wine Run. "Ha sido una experiencia brutal, mejor incluso de lo que esperaba", aseguraba Casado. Una medalla que selló el amor que sienten por la isla de los volcanes. "Estamos decididos a establecernos en Lanzarote una vez que nos jubilemos", afirmaban.

Otro de los atletas que salió del recinto ferial de Uga sin una agujeta pero con una cesta de productos lanzaroteños (se sortearon cuatro entre todos los participantes y un viaje a la isla de Sal de Cabo Verde) fue el grancanario Mario Quintana que realizó la caminata en compañía de Lidia Rodríguez. Acostumbrado a participar en carreras de montaña en Gran Canaria, Mario decidía realizar la caminata aunque al final si tuvo que correr para recoger el premio cuando oyó su nombre en el momento en el que cruzaba la línea de meta. "Es la primera vez que participamos, ha sido espectacular, muy recomendable", indicaba.

Coincidiendo con esta carrera, el Cabildo de Lanzarote organizaba en el recinto ferial de Uga, a través de la marca Saborea Lanzarote, el Festival de Cocina Tradicional que se inauguraba en la tarde del pasado sábado. Un evento, con un total de 40 puestos de bebida y comida, en el que se pudo disfrutar de exquisitas tapas de la gastronomía local, regadas con los vinos denominación de origen Lanzarote. La venta de agua y refrescos estuvo a cargo de la Asociación de Discapacitados de Lanzarote (Adislan) y cuya recaudación destinará a contratar a través de su centro de empleo Grevislan a discapacitados intelectuales para llevar a cabo la recuperación de fincas agrícolas dentro del proyecto 'Salvar La Geria'.

La Wine Run, que ha exportado su formato para la celebración el próximo mes de octubre de la carrera del vino Rioja-Alavesa, es ya popular en el Reino Unido desde donde se desplazan cada año un importante número de atletas. Steve Vincent era uno de los diez integrantes del club de atletismo South London Harriers que acababan de terminar la prueba. "Ha sido mi primera vez y estoy muy satisfecho y feliz", afirmaba en su particular español.

Kenneth Gasque, uno de los impulsores de la Wine Run y del Ironman Lanzarote, además de no perderse ni un detalle resaltaba el importante papel que están jugando las mujeres en esta carrera, hasta el extremo que en esta última edición representaban ya el 52% de los participantes. Kenneth insistía en la belleza de una carrera en la que prevalece más el carácter festivo que el deportivo.

Pablo Hernández y Cándido Álvarez tuvieron tiempo, mientras caminaban por La Geria, de hablar de la próxima vendimia. "En mi finca situada detrás de la montaña de Gaida conté el otro día hasta 30 racimos en una parra de listán negra", aseguraba para dar a entender que la cosecha se presenta con muy buenas expectativas. Eso sí, hasta que no llegue la vendimia a partir de agosto no estarán tranquilos por el temor a que la meteorología les juegue una mala pasada. Lo que sí tienen claro tanto Pablo como Cándido es que hace falta que la gente joven se involucre en las viñas. "Los jóvenes no están preparados para trabajar en el campo". A ver si corriendo se animan.