Cristian, de 17 años, entrega al sargento de la Guardia Civil la autorización escrita a mano en un folio firmada por su padre y la fotocopia del carné de identidad de su progenitor que le permite subir al barco con destino a la isla de La Graciosa donde se celebran las fiestas del Carmen. Un puesto de la Guardia Civil en el muelle de Órzola (Haría) controla este fin de semana los accesos a la octava isla para evitar la entrada de menores de edad que no estén acompañados por familiares o sin la autorización por escrito de sus padres.
"El control responde por un lado a la alerta antiterrorista que se aplica a los grandes eventos en toda España y por otro a evitar que los menores de edad puedan viajar solos sin la autorización de sus padres", destacaba ayer el sargento de la Guardia Civil que estaba al mando del dispositivo. Una pequeña carpa para cubrirse del sol, varias mesas y unas vallas para limitar el acceso era la imagen que se encontraban los pasajeros que iban a embarcar hacia La Graciosa.
La presencia de cientos de menores en las fiestas gracioseras obligó el pasado año a la Guardia Civil a establecer un control exhaustivo en el muelle de Órzola, una medida que ha vuelto a repetirse este año. El concejal de Policía de Teguise, Miguel Ángel Jiménez reconoce que el control de los menores es una medida efectiva ante la avalancha de jóvenes que cada año se embarcan por estas fechas hacia Caleta de Sebo.
"La verdad es que ni me parece bien ni mal, si los chicos quieren beber lo van a hacer aquí o en La Graciosa", destacaba ayer Sensa Martín que había llevado a su nieto hasta el muelle desde San Bartolomé. "Nosotros tenemos que confiar en ellos", sostenía tras ver como su nieto enseñaba el papel con la autorización a uno de los agentes de la Guardia Civil. "Esta mañana lo llamó un amigo para decirle que tenía que traer una autorización si quería ir a La Graciosa", apuntaba Sensa. "¡Pórtate bien!, le decía a su nieto antes de subir al barco.
"No tengo la fotocopia del carné de mis padres" aseguraba un chico al sargento. "A ver coge el móvil y pásame a tu padre o a tu madre", le respondía el mando. Y tras una breve conversación por teléfono, el chico recibía el visto bueno para proseguir rumbo al paraíso.
Un control en el que de forma aleatoria se revisan mochilas y bolsos de los pasajeros. Ya en La Graciosa se ha prohíbido le entrada de botellas de cristal al recinto donde se celebran las verbenas.
Se estima que más de 3.000 personas acudan este fin de semana a Caleta de Sebo para disfrutar de sus fiestas patronales. Una circunstancia que ha llevado al Ayuntamiento de Teguise ha elaborar un plan de seguridad para "blindar" a la octava isla. De forma extraordinaria la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias ha destinado un total de once agentes de la Policía Canaria para cubrir las fiestas gracioseras, de manera especial durante las verbenas. "Hicimos las gestiones con el Gobierno de Canarias porque no teníamos agentes suficientes", afirma Jiménez.
Además de la Policía Canaria se han destinado seis policías locales de Teguise y al menos cinco guardias civiles. Un dispositivo que cuenta también con médico de refuerzo, los voluntarios de Emerlan y cuatro bomberos del Consorcio de Emergencias de Lanzarote.
"La noche del viernes estuvo tranquila", señala el edil de Policía. "Hemos distribuido a todos los policías por el pueblo y la verdad es que se ha notado. Los chicos se han portado bien", resumía Jiménez.
Está previsto que los agentes de la Policía Canaria se marchen este domingo, aunque el Ayuntamiento de Teguise ya está tratando que este cuerpo vuelva para garantizar la seguridad de las próximas fiestas de Famara, otro de los eventos que reúne a miles de jóvenes. Los festejos del Carmen concluyen mañana lunes con la procesión marítima de la Virgen del Mar.
