El alcalde del Ayuntamiento de Yaiza, Óscar Noda, y el consejero delegado de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote, José Juan Lorenzo, firmaron ayer el convenio para la prestación del servicio de gestión de la visita y mantenimiento del Castillo de Las Coloradas, en Playa Blanca, en un acto celebrado en el consistorio sureño.

Con este acuerdo, Yaiza y los Centros quieren recuperar y poner a disposición de turistas y residentes el valor patrimonial de un edificio histórico que albergará un espacio expositivo que el consistorio destinará a sus iniciativas culturales y que los Centros convertirán en el Centro de Interpretación del Museo Atlántico.

Además, el quiosco anexo será punto de información turística y oficina del conjunto sumergido por Jason deCaires Taylor en la bahía de Las Coloradas. El convenio, que tendrá una vigencia inicial de cuatro años, establece, además, que los Centros asumirán los costes de personal, la adecuación del espacio expositivo necesario, el mantenimiento y la restauración inicial del edificio, presupuestada en 46.000 euros.

Noda se congratula por un convenio “que devuelve a la ciudadanía un conjunto arquitectónico emblemático ligado a la historia de este municipio y que contribuirá, sin duda, a mejorar nuestra oferta turística y cultural”. Por su parte, el consejero de los Centros, Echedey Eugenio, apunta que “el convenio se alinea con la estrategia que estamos desarrollando orientada a la preservación y la recuperación de los bienes culturales, históricos y etnográficos que existen en la isla, al tiempo que nos dota del mejor centro de interpretación del Museo Atlántico posible”. Noda y Eugenio coinciden al destacar “la buena cooperación que se ha dado a lo largo de un procedimiento que genera valor para ambas administraciones”.

La fortaleza

El Bien de Interés Cultural Castillo del Águila, también conocido como Torre de Las Coloradas, fue declarado Monumento mediante decreto de 22 de mayo de 1949 y ratificado en la Ley 16/85 de 25 de junio de Patrimonio Histórico Español.

Se trata de una fortificación muy significativa en el contexto canario en cuanto a su condición tipológica, arquitectónica, artística e histórica. Construida en 1769 durante el reinado de Carlos III, que tiene una planta circular de unos 15 metros de diámetro exterior y 9 interior, con acceso por el norte y con una torreta a modo de campanario.

Como única decoración presenta un cordón liso exterior en su perímetro superior. En su interior se desarrollan tres plantas abovedadas, comunicadas por escaleras que discurren entre los gruesos muros, con salida a la cubierta, desde donde hay acceso a otra pequeña recámara.

El Castillo fue rehabilitado en 1989 y, desde entonces, no se le ha dado uso alguno.