Una de cada cuatro personas que acuden a la Unidad de Atención a las Drogodependencias del Cabildo de Lanzarote (UAD) no ha cumplido los 18 años y la mayoría se inicia en el consumo de drogas con apenas 13 años. "Son datos alarmantes", afirma Maite Corujo, consejera insular de Bienestar Social, que ayer presentó el proyecto de prevención y atención a menores y jóvenes con drogodependencia y adicciones, promovido por el Cabildo lanzaroteño y financiado con un presupuesto de 60.000 euros por la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de Salud.

Aunque la edad media de inicio en el consumo entre los adolescentes de la isla atendidos en la UAD es de 13 años, algunos comienzan a consumir estas sustancias con tan solo 11 años. En 2017, esta servicio atendió a 108 menores con problemas de adicciones a cannabis, cocaína, fármacos o pastillas. De ellos, 65 eran nuevos usuarios a los que no se había tratado el año anterior. En lo que va de año ya se ha atendido a otros 49 casos nuevos.

De los menores que acuden a la UAD -la cuarta parte del total de atendidos- tres cuartas partes requieren ayuda por consumo de cannabis. Es la droga más consumida por los adolescentes, seguida de la cocaína y los fármacos, principalmente la benzodiazepina. El 14 por ciento de estos menores presenta problemas de policonsumo, incluido el alcohol.

Además, de esos jóvenes tratados, una cuarta parte tiene impuestas medidas judiciales. El problema afecta por igual a todas las capas de la sociedad, según dijo la consejera, pero siete de cada diez jóvenes atendidos son de Arrecife. Por municipios, por número de menores atendidos, le siguen San Bartolomé, Tías y Teguise, aunque con mucha menor incidencia. Por sexos, entre ocho y nueve de cada diez atendidos son varones.

El número de asistencias más altas se registra en el grupo de edad comprendido entre los 14 y los 16 años, que consumen principalmente cannabis, pero también otras sustancias, produciéndose en la actualidad "un policonsumo muy preocupante por los riesgos y afecciones que tiene sobre la salud", incidió Corujo. Este policonsumo, que según los datos se registra en el 54 por ciento de los casos, se complica en su tratamiento y asistencia provocando en los últimos años.

Con estas cifras sobre la mesa, el Cabildo ha planteado una campaña de prevención en los centros escolares, porque el consumo "se está normalizando de manera alarmante", según apuntó Rosa Torres, responsable de la UAD, que considera que se trata no sólo de un problema de consumo sino de un problema social, que afecta a los menores, a las familias y a la sociedad en su conjunto.

Aseguró que cuanto antes empieza el consumo, resulta más difícil de tratar, porque existe la sensación de que no hay riesgo y porque los jóvenes "en grupo se potencian unos a otros". Destacó la necesidad de abordar el problema desde una óptica realista y aportando información "real y veraz". "No podemos limitarnos a decir, sobre sus efectos que la droga mata cuando después la prueban y obtienen un efecto placentero", aseguró.

Por eso han optado por profundizar en los efectos y en las consecuencias para la salud, también a largo plazo. Torres señalo que los jóvenes "deben percibir los riesgos y si no se puede evitar el consumo hay que retrasarlo lo más posible porque el pronóstico es mucho peor si se inician en edades muy tempranas". "Empieza como un juego pero no son conscientes de lo que puede supone para su salud", afirmó, y advirtió de que también es preocupante el aumento de los problemas psiquiátricos derivados o asociados al consumo de drogas entre los jóvenes, como esquizofrenia o episodios de epilepsia.

Según Torres, "el cannabis es una de las drogas más consumidas por los jóvenes pero el binomio cannabis-cocaína va en aumento y supone un 5,5% del conjunto de jóvenes que tienen esta adicción doble que comienza los fines de semana y termina en una preocupante realidad que a través de este programa pretendemos mostrarles de una manera preventiva, pero real, los graves efectos y deterioro que tienen estas drogas sobre la salud de los menores y su conducta de una manera didáctica, actuando principalmente desde el ámbito educativo".

La consejera de Bienestar Social subrayó igualmente la importancia de que "los familiares y padres, madres o tutores de estos jóvenes conozcan que en la isla existe este servicio que ofrece el Cabildo, y en el caso de que comiencen a ver alguna conducta indicativa o sospechosa de que el menor está consumiendo cualquier tipo de sustancia, que acudan cuanto antes para obtener información en este servicio que es atendido por un equipo cualificado de atención y prevención de menores y jóvenes, compuesto por especialistas en psicología, pedagogía y trabajos sociales". También se informó de que el Cabildo tiene un laboratorio de diagnóstico para realizar diferentes pruebas si hay sospechas de consumo. "La detección preventiva en este sentido es fundamental", señaló la consejera.

La UAD del Cabildo de Lanzarote se encuentra situada en la calle Doctor Negrín 117 de Arrecife, y presta sus servicios de 8:00 a 15:00 horas y de 17:00 a 19:00 horas. Las familias con menores que estén interesadas en tener más información pueden contactar con esta Unidad a través del teléfono 928 81 35 51 ó 928 81 26 64.