Un jurado popular ha declarado no culpable a Nicolás L. L. de matar a su madre a golpes mientras esta dormía en la casa familiar de San Bartolomé (Lanzarote) en febrero de 2014.

El veredicto, hecho público a primeras horas de la tarde de este miércoles tras celebrarse la vista del caso en la Audiencia Provincial de Las Palmas este lunes, ha considerado por unanimidad la aplicación de la eximente completa de anomalía psíquica. En la vista el acusado reconoció que mató a su progenitora en un delirio y confesó a través de su abogada estar arrepentido y que "la quería muchísimo".

Pese a reconocer la eximente de enfermedad psíquica el jurado no se ha mostrado favorable al indulto, y por mayoría (cinco votos a cuatro) ha avalado que se proceda a internar al acusado en un centro penitenciario psiquiátrico, una decisión que queda en manos del magistrado presidente, Secundino Alemán.

Nicolás, de 41 años, acabó con la vida de su madre, de 74 años, en la noche del 14 de febrero de 2014. La mujer estaba dormida en su casa de San Bartolomé, pero la despertó y la golpeó por todo el cuerpo. Le causó, entre otras lesiones mortales, la fractura de 14 costillas. La víctima falleció entre las 23.00 y las 03.00 horas.

Tras escuchar el veredicto el magistrado ha abierto un turno de alegaciones en el que la hermana del acusado y su pareja han expuesto los motivos por los que consideran que el acusado puede continuar el tratamiento de su enfermedad mental bajo vigilancia ambulatoria, con su familia y sin necesidad de ser internado.

En opinión de la familia, Nicolás L.L. está muy recuperado de su dolencia psiquiatrica y le hace bien el estar con su seres queridos, especialmente con su mujer y su hijo, que hoy tiene siete años. Afirman que en cuanto intuye un empeoramiento de su estado mental informa a sus allegados para que le lleven al médico.

Por su parte la fiscal del caso ha reitertado su petición inicial de 16 años de internamiento y recordado que los médicos forenses habían dictaminado que la conducta del acusado es imprevisible.

A su vez la defensa destacó durante el juicio que el psiquiatra que lo trata aconseja que no se cambie su actual régimen de tratamiento ambulatorio y, al respecto, expuso que daba garantías de que, ante cualquier indicio de empeoramiento o crisis, se comunicaría a la Audiencia para que tomara medidas.

La decisión final está en manos del magistrado presidente, que la dará a conocer en la sentencia que dictará en los próximos días tras oir el veredicto del jurado popular.