Amor, alegría, esfuerzo, sufrimiento y dolor. La vigésima octava edición del Maratón Internacional de Lanzarote fue ayer una amalgama de sentimientos y de esfuerzo físico y mental con el único objetivo de superarse a si mismo. Es verdad que hubo ganadores pero cada uno de los corredores que cruzaron la meta instalada en Costa Teguise sentían que la victoria también les pertenecía.

El belga Ludwig Lefebvre, con un tiempo final de 02:31:53, se proclamaba el vencedor absoluto del maratón en lo que era su primera participación y el segundo que corría a sus 28 años. El alemán David Schoenherr, con 02:36:37, lograba el segundo puesto mientras que el mallorquín Tofol Castañer obtenía la medalla de bronce con un crono de 02:37:4.

El podium era inédito en la prueba dado que era la primera vez que los tres hacían la maratón lanzaroteña. Tófol Castanyer, campeón de España Ultra y ganador de copas del mundo de trail, se hacía con el tercer puesto tras haber participado hace mes y medio en la ultra de montaña de 170 kilómetros en la isla Reunión. "Me gusta acabar la temporada con un maratón".

Quien lleva los genes del atletismo en la sangre es el germano Schoenherr dado que su madre Birgit Sschönherr-Hölscherbirt lograba también culminar la prueba. Una mujer que hace tres décadas se convertía en campeona de Europa en la modalidad de Ultra-Trail, un galardón que consiguió en cinco ocasiones.

En féminas, la primera en cruzar la línea de meta fue Veerle D´Haese haciendo el recorrido en 02:54:21. La segunda plaza fue para Bertine De Vries con un tiempo total de 03:08:27. El tercer puesto de la categoría femenina lo consiguió Rebeca Ruiz-Díez entrando en meta en 03:17:05.

La burgalesa Ruiz-Díez, que era la primera vez que corría en Lanzarote", destaca el excelente ambiente y la dureza por el viento de cara. "Ahora pasaré unos días de vacaciones en la isla con mi familia", afirmaba Rebeca.

Abandono de l olímpico

"Aquí no se regala nada". El maratoniano olímpico José Carlos Hernández sabe muy bien de lo que se habla.Y es que a menos de diez kilómetros de la meta, el atleta lanzaroteño decidía retirarse del maratón tras sufrir unos pinchazos y calambres que le impedía continuar. "La gripe que he tenido estos últimos días me ha pasado factura", recalcaba Hernández.

Fue uno de los sinsabores de la gran cita del atletismo lanzaroteño que congregó ayer a unas 2.400 personas en las categorías de 42, 21 y 10 kilómetros. Según la organización del 28ª Font Vella Internacional Lanzarote Marathon la cifra oficial de inscritos fue de 2.401, de los que 751 participaron en el maratón, un millar en la media maratón y 648 en la carrera de los diez kilómetros.

Desde Arrecife salían los participantes de la modalidad de 10 kilómetros. Una distancia que tuvo un claro dominador, Jaume Leiva. El catalán no se dejó sorprender y controló la carrera en todo momento. El tiempo final de Leiva fue 00:33:26. Juntos llegaron el segundo y tercer clasificado, los lanzaroteños Lucho González y Tinguaro Quintero, que paraban el crono en 00:35:09.

Leiva lograba su cuarta victoria en Lanzarote, tres en la modalidad de los diez kilómetros y otra en la media maratón. "Ya soy medio conejero", afirmaba feliz el de Terrasa que no descarta prepararse el próximo año para los 42 kilómetros. "A ver si me animo".

Quien tenía peor suerte era el irlandés Paul Gallagher que tuvo que ser atendido por los servicios de emergencia justo antes de llegar a la meta. Una ambulancia lo trasladaba hasta un centro hospitalario para garantizar su recuperación física.

Desde la Playa de Los Pocillos en Puerto del Carmen salían los corredores de la media maratón, los cuales tenían que llegar hasta el Sands Beach Resort de Costa Teguise, donde estaba la línea de meta del maratón. El vencedor de esta distancia fue Felipe Gómez con un tiempo total de 01:14:43. El segundo fue Denis Prikulis que lo hizo en 01:15:11, mientras que en la tercera posición, con un tiempo de 01:16:26 llegó Arturo Quijada González.

En la categoría femenina fue la lanzaroteña Aroa Merino la primera en llegar a la meta en un tiempo de 01:17:44. La segunda posición fue para Treena Johnson, con un tiempo de 01:30:44 y el tercer cajón de podio fue para Natalie Batey invirtiendo 01:34:09 en llegar a meta. "El clima siempre juega a nuestro favor y el ambiente ha sido sensacional", destacaba Aroa.

Por su parte, Jessica Craig fue la vencedora en la distancia de 10 kilómetros, invirtiendo 00:40:47 en completar el recorrido. La segunda posición la logró Tracy Millomore con un tiempo total de 00:41:34. Muy cerca de la segunda plaza llegó Bella Bayliss que finalmente paró el crono en 00:41:38.

"El viento me reventó", José Curbelo que se convirtió en el primer lanzaroteño en la maratón estaba un poco defraudado por haber superado el tiempo de la pasada edición. Sin embargo, Curbelo, que reside en Playa Honda, podía presumir de estar entre los 30 mejores gracias a su constancia y a su preparación de seis días a la semana.

Otro conejero que ya es un habitual de la media maratón es Fredy Mesa que no dudó en cruzar la línea de meta con sus dos mellizos, Gael y Dante, de 14 meses. "Me hacía mucha ilusión compartir este momento con ellos", aseguraba Fredy que también ha participado en el Ironman de Lanzarote, prueba a la que volverá en la próxima edición.

El que sin duda es el rey del maratón es el británico Martín Richard Bush, que a sus 60 años, ha entrado en el selecto club de las personas que han terminado, con el de ayer, un total de mil maratones. Con el dorsal 1.000, Martin es uno de los atletas del Reino Unido más destacados. Desde el año 1990 no ha habido prácticamente un mes en el que no ha corrido un maratón. "El más emocionante ha sido el de Nueva York, pero me encanta el de Lanzarote por el sol", destacaba ayer. Natural de la localidad de Reading formaba parte de un grupo de atletas ingleses apasionados por el atletismo.

"Ha sido muy emocionante y mejor de lo que me esperaba", David fue uno de los cinco internos del Centro Penitenciario de Tahíche que culminaban el reto de los diez kilómetros, que forma parte del proyecto 'Mens Sana In Corpore Sano, incluido en la sección deportiva del módulo UTE de la cárcel conejera. El funcionario de prisiones y coordinador del proyecto Urko Pinto, (que también hizo la carrera) se mostraba satisfecho por haber podido sacar adelante esta iniciativa. ""El objetivo era llegar todos juntos y lo hemos conseguido", recalcaba.

La nota más emotiva la protagonizaba el belga Aran Tulkens que tras culminar el maratón se dirigió a su pareja Carolien Van Roger, que se encontraba esperándole tras una valla, para pedirle matrimonio. De rodillas y con el anillo en mano, Aran quería sellar su amor en Lanzarote. Y es que tras cuatro años de relación, Aran creía que era el mejor momento en reconocimiento a su pareja que además pasaba por un momento delicado tras una enfermedad de su padre. "No me lo esperaba estoy muy feliz", afirmaba Carolien.