Una conversación telefónica que el marido de Romina Celeste mantuvo el pasado domingo con un primo suyo fue la que llevó a su detención, ya que en ella daba detalles de cómo se deshizo del cadáver, según han confirmado a La Voz de Lanzarote.

Fuentes de la investigación aseguran que Raúl Díaz Cachón fue sospechoso "desde el primer momento" en el que denunció la desaparición de la joven y por eso los agentes de la Guardia Civil solicitaron una orden judicial para intervenir su teléfono.

Gracias a ese seguimiento, cinco días después interceptaron esa conversación que confirmó sus sospechas, al menos en cuanto a su participación en la desaparición. Lo que aún no han podido determinar los agentes es cómo murió Romina, ya que su marido ha confesado que se deshizo del cadáver pero asegura que no intervino en su muerte y que se la encontró ya fallecida el día 1 de enero, cuando regresó a casa después de haber abandonado el domicilio de madrugada en medio de una discusión.

Mientras la Guardia Civil sigue investigando cómo murió la joven, con la mirada puesta en un posible caso de violencia de género, los esfuerzos se centran también en encontrar su cadáver. Según el propio relato del marido, habría arrojado el cuerpo en varios puntos de la costa de Lanzarote. Para ello, habría utilizado un coche de alquiler que también ha sido intervenido por los agentes. El vehículo fue alquilado el día 2 de enero, al día siguiente de la muerte Romina, y los agentes creen que desde ese día se estuvo deshaciendo de los restos mortales de la joven, tal como él mismo ha señalado en su estremecedor relato sobre lo que hizo con el cuerpo.

Más información en La Voz de Lanzarote.