La Guardia Civil acudió en la tarde del pasado viernes a la oficina de Raúl Díaz, el marido de la joven paraguaya de 28 años Romina Celeste Núñez y presunto responsable de su desaparición, para tratar de conseguir nuevos datos en la investigación que lleven a esclarecer la muerte de su esposa, cuyo cuerpo aún no ha sido encontrado.

Fuentes del Instituto Armado aseguraron ayer que los agentes se llevaron del despacho diverso material informático, como ordenadores, para analizarlos y buscar nuevas pistas relacionadas con este caso, que mantiene en vilo a la sociedad lanzaroteña desde hace más de una semana.

Díaz está en prisión preventiva desde el pasado miércoles, tras confesar que se había deshecho del cadáver de Romina, a quien asegura que halló muerta en casa el 1 de enero. La jueza lo acusa de malos tratos continuados y de homicidio o asesinato, una calificación que queda pendiente de la instrucción.

El caso de malos tratos se sustenta en una denuncia puesta y retirada por la propia Romina dos días antes de casarse con Raúl. También en mensajes a una amiga, donde le contaba pocos días antes de su desaparición que estaba golpeada y que temía no contarlo la próxima vez.

En el registro de la oficina de la compañía eléctrica, la Guardia Civil se incautó de varios ordenadores, en los cuales busca información que pudiera dar pistas sobre el caso.

La Guardia Civil también ha registrado la vivienda del matrimonio y el coche de alquiler que Raúl Díaz utilizó para arrojar al mar los restos de su esposa. En ambos lugares, la policía científica y los perros entrenados para identificar restos cadavéricos encontraron rastos de Romina.

Tras el examen minucioso de la vivienda que el matrimonio compartía en el residencial El Palmeral, en la zona turística de Costa Teguise, y del coche que Díaz alquiló para, supuestamente, desprenderse del cadáver de Romina, y los rastreos en el mar en Los Ancones, localidad próxima a Costa Teguise, y en Los Hervideros, en el municipio de Yaiza, las indagaciones de los expertos de la Guardia Civil se centraron a finales de la pasada semana en el lugar de trabajo del ingeniero madrileño, experto en generación eléctrica y vinculado a la Unidad de Proyectos, Obras y Montajes de la empresa en la que fue contratado.

Antes de trasladarse a Lanzarote, Díaz, quien se define como "una apasionado del mundo de la energía", estuvo trabajando en la Central Térmica de Teruel y en la Central Ciclos Combinados de Besós, en Barcelona.

Paralelamente a la investigación y las labores de búsqueda del cuerpo de Romina, se suceden las muestras sociales de repulsa por el supuesto crimen. Familiares de Romina Celeste Núñez y otros miembros de la comunidad paraguaya de Madrid se concentraron el pasado domingo en la Puerta del Sol con pancartas y globos para reclamar "Justicia para Romina" y que no haya más muertes por violencia de género. "Basta de golpes y sí caricias" fue otra de las consignas.