"Es un carnaval estético, informativo y sensorial para emocionarse y sentirse orgulloso". El comisario de la exposición 'Buches y Diabletes', Benito Cabrera, resaltaba ayer durante la apertura de la muestra en la Casa Amarilla de Arrecife el valor patrimonial de los dos grupos más emblemáticos del carnaval conejero: Los Diabletes de Teguise y la parranda marinera Los Buches de Arrecife. "Estamos a la altura de cualquier elemento patrimonial que pueda reconocer la Unesco. Pero primero tenemos que quererlos nosotros", afirmaba Cabrera.

Y eso es precisamente el gran objetivo de la exposición. Hacer un tributo y recorrido por el carnaval tradicional de Lanzarote con los Diabletes y los Buches como protagonistas, así como recoger las costumbres y expresiones más significativas del Carnaval rural, histórico y patrimonial de Canarias y su vinculación e influencias con otras partes del mundo. "No hemos querido con esta exposición sentar cátedra sino que hemos pretendido que la gente conozca más en profundidad nuestro patrimonio, porque no se quiere aquello que no se conoce", afirma Cabrera.

"Son la raíz de nuestra esencia, algo que nos vincula por iguales a otros sitios del planeta y al mismo tiempo nos diferencia y eso es adentrarse en un pozo de sabiduría", añade Cabrera. Un recorrido por muchas de las manifestaciones del carnaval rural, histórico y patrimonial que se realizaban, y se siguen realizando aún, en las islas.

Sobre las tradiciones del Carnaval de Lanzarote se han producido y creado imágenes exclusivas para esta exposición realizadas por los fotógrafos Nico Melián y Joaquín Vera. Además, la muestra, coordinada por Miguel Angel Martín Rosa, incluye piezas audiovisuales y un corto documental cuyo autor es el videocreador David GP. También se exhibe expresiones carnavaleras y costumbres de otras partes del mundo, muchas de las cuales guardan paralelismos simbólicos con nuestros antiguos carnavales. "Todo ello con un planteamiento estético expositivo muy cuidado que ha corrido a cargo de la joven diseñadora lanzaroteña Carmen Corujo", resaltan los organizadores.

El origen de Los Diabletes de Teguise se remonta a varios siglos en el tiempo y constituyen los diablos carnavalescos por excelencia de Canarias. Inicialmente estuvieron ligados a la celebración del Corpus Christi, al igual que sus parientes los Diablos de Yare (Venezuela) o, más cercanamente, el de Tenerife.

Los Diabletes simbolizan el sentido primigenio, festivo y esencial del antiguo carnaval y tienen paralelismos en otras latitudes como los Caretos de Ousilhao (Portugal). El presidente de Los Diabletes, Víctor Padrón, no escondía ayer el orgullo de su asociación cultural por ser los protagonistas de la muestra. "Ya era hora que se acordaran de nosotros", indicaba.

Por su parte, Los Buches de Arrecife son un vestigio del antiguo carnaval. "No sabemos su antigüedad exacta en Arrecife, aunque hay referencias escritas a finales del siglo XIX", indican en la muestra. Sin embargo, lo que antaño fuera una manifestación espontánea y participativa se acabó perdiendo, pero en 1963 un grupo de amigos resolvió hacer renacer esa tradición en forma de parranda marinera que evocara ese antiguo carnaval. Como hacen los Buches cuando salen a la calle, la tradición carnavalera del golpeo, con sus modificaciones, arraigó en muchos lugares. Bajo los nombres de guirrio (León) o pantallas (Galicia). En Canarias también aparece en los carneros de Tigaday (El Hierro).

"El puerto de Arrecife ya ha ido perdiendo sus tradiciones marineras, algo que todavía mantenemos desde Los Buches", señala el presidente de esta parranda, José Julián Villanueva para reivindicar el papel que todavía juegan en la cultura popular de la isla. Villanueva aprovechó también para reclamar al Ayuntamiento de Arrecife la reparación de la carroza en forma de barco que solían llevar a romerías y al coso del carnaval capitalino. "Está abandonado en una nave municipal a la espera de que cumplan con su promesa", afirma.

La exposición muestra otras manifestaciones como el carnaval tradicional de La Aldea de San Nicolás (Gran Canaria), que ha recuperado elementos tradicionales de costumbres ancestrales que tienen que ver con los rituales de fertilidad. También se exhibe el Mataculebra, una manifestación recuperada en Tenerife y que constituye una clara influencia cubana en los carnavales canarios.

Asimismo, se puede ver un conjunto de imágenes del carnaval de la capital de Lanzarote a principios del siglo XX, con un nutrido grupo de retratos en estudio y de fotografías tomadas en exterior. "Algunas familias pudientes de Arrecife se prodigaron con elegantes y delicados vestuarios en imágenes tomadas en estudios de las islas capitalinas y en el único que tenía Lanzarote en este momento el del fotógrafo Aquiles Heitz. Los cuidados retratos de la pequeña burguesía de Arrecife contrasta con las escasas imágenes del carnaval popular de la época que se han podido recopilar", se recoge en la sala dedicada al carnaval de la calle, con una pequeña selección de fotografías en blanco y negro..

También se reproduce un artículo del periódico Crónicas de Lanzarote de 1862 en la que se critica el bando emitido por el alcalde de Arrecife prohibiendo las máscaras del carnaval. El sentido ritual de la máscara es otro de los puntos que se recogen en la muestra con el ya popular "¿Me conoces mascarita?"

"Nos sentimos tan orgullosos de estos dos grupos", afirmaba el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés. "La muestra es el reflejo de un merecido homenaje", añadía el consejero de los Centros de Arte, Cultura y Turismo, Echedey Eugenio.