La historia de los carnavales de Lanzarote y Canarias estaría incompleta sin las fiestas en El Almacén y la plaza aledaña, un espacio cultural creado en Arrecife en 1974 como centro polidimensional para el desarrollo de la cultura contemporánea en todas sus facetas. Luis Ibañez, Pepe Dámaso, Gerardo Fontes y César Manrique, quien se hizo cargo del proyecto, son los impulsores de El Almacén, reconvertido en Centro de Innovación Cultural (CIC) tras su reapertura por el Cabildo en 2016.

Manrique fue el promotor en los años ochenta del siglo pasado de las divertidas carnestolendas que se celebraban en El Almacén, una cita en la que no faltaban la provocación ni las mascaritas desplazadas desde otros rincones del Archipiélago. Nadie quería perderse los carnavales de El Almacén, edificio que compró el Cabildo de Lanzarote a Manrique en 1989.

Por el bar Pablo Ruiz Picasso, inaugurado en 1974 y conocido popularmente como bar El Almacén, pasaron no solo intelecturales y artistas como Rafael Alberti, Nuria Espert, Manolo Millares, Pedro Almodóvar, Alberto Vázquez Figueroa, Alfredo Kraus y Adolfo Marsillach, entre otros, sino también personas anónimas que se sentaban en torno a sus mesas para hablar del progreso de la sociedad conejera.

Uno de los testigos de la efervescencia cultural y popular de El Almacén fue Servando Pérez Dorta (Haría, 1956), a quien la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Arrecife ha encargado el pregón de los carnavales de la capital de este año (será el 22 de febrero), inspirados en el universo manriqueño coincidiendo con la celebración este 2019 del primer centenario del nacimiento del artista. Servando estuvo al frente del bar de El Almacén entre 1985 y 2000. Fue Manrique el que le propuso hacarse cargo del establecimiento cuando Servando tenía 25 años y trabajaba en el Restaurante Martín, situado en la trasera de la antigua sede de Correos en la avenida marítima de Arrecife, al que acudía habitualmente el artista.

"Eran momentos difíciles para César porque coincidió con la época en la que tuvo problemas con Hacienda a mediados de los años ochenta y cerró El Almacén. Estaba muy deprimido en ese momento y muy sensible, aunque no dejaba ser vitalista a la vez", recordó ayer Servando. Él reabrió el bar de El Almacén y expandió su conocido carnaval a la plaza cercana. "Yo hice que el carnaval de El Almacén fuera el de Lanzarote en general y no solo el que se celebraba en el interior de ese centro cultural".

Reconoció que no le costó aceptar la petición de Manrique, "aunque en un principio me preocupé por la gran responsabilidad que se me venía encima al ser un bar muy emblemático que visitaba toda la gente importante que venía a Lanzarote", afirmó el pregonero. La carta del Pablo Ruiz Picasso era de cocina canaria y las croquetas y el pescado fresco, los platos más demandados, incluso por los personajes más conocidos. "Eran muy sencillos de boca", rememoró Servando.

Con motivo de la inauguración de una exposición a Servando se le ocurrió preparar fresas maceradas con azúcar y vino, a las que al día siguiente añadió champán y el refresco Seven Up. "Fue un éxito. El entonces director del hotel Salinas le preguntó a César qué era aquello y le dije que era un cóctel especial que había preparado para la inauguración. Aún recuerdo la cara de regocijo de César", relató.

En 1987 a Servando se le ocurrió la idea de poner un dj en la calle en los carnavales y "la gente quedó encantada. Terminaba la fiesta y yo ya estaba pensando qué hacer al año siguiente. En 1990 fui a Gran Canaria, hablé con un grupo que estaba empezando y me traje la primera orquesta para los carnavales de El Almacén, Son Belimar. En vista del éxito al año siguiente contraté a la mejor orquesta de Lanzarote de la época, Walkynairos y a otro grupo", recordó. "Había bailes, viernes, sábado, domingo, lunes y martes de carnaval, miércoles de ceniza, viernes, sábado y domingo", añadió. Como las verbenas eran al aire libre, se tenía que asegurar poder celebrarlas en la calle. "Llamaba a la AEMET a Madrid con más de un mes de antelación para conocer el tiempo y me decía que llamase más adelante. Imagínate que lloviera un lunes de carnaval", se preguntó.